Melancolía para tres

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La noche había caído sobre el Sunny. La mayoría ya se había retirado a descansar, salvo el rubio cocinero que estaba terminando de limpiar los trastes sucios utilizados en la cena y el pequeño renito quien se había entretenido leyendo unos libros de medicina que había conseguido en la última isla en la que habían estado.

Noches así eran comunes para aquel par, disfrutando de la compañía del otro. Sanji tarareaba suavemente alguna canción que tuviese pegada en ese momento, procurando no distraer a su joven amigo.

Aunque había algo diferente. El renito no había pasado la página de su libro desde hacía un rato, no la estaba leyendo, más bien parecía perdido en sus pensamientos. Además de que había estado demasiado callado, pues era costumbre que cuando leía algo interesante lo platicaba con el entusiasmado.

Puso a calentar algo de agua y preparó algunas hierbas, endulzó todo con miel y una vez listo se acercó al pequeño para ofrecérselo. Una tacita humeante se posó frente al renito, quien levantó la mirada de su libro para ver al cocinero alejándose de nuevo hacia la cocina.

— No se desvele mucho, doctor — pero al no recibir respuesta de Chopper se giró nuevamente hacia él.

Tenía la taza entre sus pezuñas, parecía estarse viendo en el reflejo del líquido que está contenía. Suspiro pesadamente y dio un sorbito a la bebida. Lucia bastante acongojado de repente, eso preocupó a Sanji, quien volvió a dejar sus labores para sentarse junto a él.

— ¿Te sucede algo? — finalmente logró llamar la atención del más joven.

Chopper lo observó un par de segundos, pensando las palabras que quería soltar.

— ¿No extrañas tu vida antes de unirte a la tripulación? — Sanji levantó las cejas sorprendido, pues no se esperaba esa pregunta — no me malentiendas, me encanta ser un pirata y adoro estar con ustedes, es solo que...

— Mentiría si te dijera que no, ¿te sientes nostálgico?

— No... si... es solo que... — movió sus patitas que quedaban al aire debido a la altura del asiento — ¿crees que Doctorine me extrañe?

Su voz salió temerosa, dolida y sus enormes ojos se llenaron de lágrimas. Sanji enseguida lo tomó entre sus brazos buscando consolarlo. A veces olvidaba lo joven que era Chopper y lo sensible que podía llegar a ser. Además, por mucho tiempo su única familia fue esa mujer, la doctora Kureha. Por mucho que esté rodeado de seres que lo aman con todo su corazón, el calor, los regaños y las conversaciones juntos son algo que se llega a anhelar de nuevo.

Él lo sabe de primera mano.

— No seas tonto, estoy seguro de que piensa en ti todos los días y te extraña como nadie.

El pequeño se apretó más contra su pecho y soltó un sollozo, aunque parecía más aliviado de poder soltar todo lo que parecía estarlo atormentando.

— Es normal sentirse así, de hecho, creo que todos nos hemos sentido así en algún momento.

— ¿Tu, Sanji? — se separó un poco para poder verlo mejor a la cara.

— Oh, todo el tiempo, ¿y sabes que hago para sentirme mejor? — las lágrimas del renito habían cesado considerablemente y sus ojitos lo miraban expectante — cocino.

— ¿Cocinar?

— ¡Claro! — habló entusiasmado — era algo que el viejo y yo hacíamos todo el tiempo, después de todo él fue el que me enseñó todo lo que se.

— Algo así como la medicina conmigo y Doctorine — Sanji sonrió, feliz de que Chopper entendiera su punto — ¿el viejo es tu padre?

— Si, algo así, ¿nunca te he hablado de Zeff? — el doctor negó con su cabeza — diría que no hay mucho que contar, pero mentiría, siempre ha sido una patada en el culo, pero es el mejor hombre que he conocido.

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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Balada de Cigarros y Espadas [ZoSan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora