Primer libro de la Saga Grecia
Una estudiante de último año se muda de España a Italia.
Allí conocerá a los 5 reyes de la mafia italiana.
Ella: Parece una chica dulce, tierna y muy sociable. La típica princesita perfecta, pero no siempre todo es...
Menos mal que no me había cambiado de ropa todavía. Así que le pase corriendo a Giulia una de mis batas y le dije que se quitara la falda rápido.
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(La única bata que hay)
Luego me tire unas gotas de agua en la cara del vasito que tenia en mesita de noche, me solté el pelo de la coleta que llevaba, destape la cama y me metí debajo de las sabanas. Me acomodé bien y le hice señas a Giulia para que entendiera que tenia que decir que yo estaba dormida.
Las cosas que tengo que hacer para poder irme de fiesta.
Giulia
-Abriendo la puerta-
- ¿Qué haces aquí? Esta es una habitación privada.
Antonella
- No vengo ha verte a ti, así que no te ilusiones - mirándola con cara despectiva-
Luego me figue que estaba usando nada más una bata larga, que pertenecía a la bella durmiente que se encontraba en la cama.
- ¿Por qué estas en bata, no piensas volver a bajar o que?.
Giulia
- Eso a ti no te importa. Y tu como sabias cual era el cuarto de Ale. - dijo engurruñando los ojos -
Antonella
- A eso, ya he estado antes aquí y tengo una buena memoria visual, así que a sido fácil llegar. - dije restándole importancia a su pregunta-
La verdad estaba más interesa en ver como estaba mi bonita que en esta absurda conversación.
Así que sin pensarlo mucho me acerca a su cama, para poder examinarla mejor. Ya que estaba acostada mirando al lado contrario.
- ¿Cómo esta?
Giulia
- Dormida, ¡no la vez!. Ya lo que te faltaba estar ciega.
- Así que como ya las has visto y ella esta dormida ya te puedes ir por donde has venido.
Antonella
Ignorando al loro que tenia detrás. Me senté en un lado de su cama y empecé a acariciarle el pelo, mientras la observaba o al menos al trozo de la cara que era visible para mi campo visual.
Me fije que había unas pastillas junto a un vaso de agua sobre su mesita de noche. Nunca había visto ese formato de medicamento.
Estire la mano para cogerlas, pero una molestia me lo impidió.
Giulia
- Pero tu que te crees para tocar las cosas de los demás. Mira yo se que la odias y que te encanta molestarnos, pero hoy esta enferma, se acaba de quedar dormida y no voy a permitir que la molestes.
