Alfred
- Vera, no, porfavor.
Que cojones.
Rhea estaba hablando en sueños. Bueno más que sueños parecía una pesadilla
- Vera, pídeme lo que quieras, pero no me hagas nada.
La frecuencia cardíaca era muy rápida y estaba temblando. ¡Estaba sufriendo un ataque de pánico!
No la puedo dejar así, que hago, la despierto o no.
Mira que sea lo que dios quiera.
-Rhea, despierta- la di suavemente en el hombro.
Se sobresalto.
- Alfred- Me dijo mientras yo le abrazaba, abrazo que correspondí al segundo.
-¿Estás bien?
- Estoy mejor.
- Perdón si te molesta que te pregunte, pero ¿Quién cojones es Vera?
- Vera - dijo mientras se incorporaba en la cama -, era una antigua compañera...
Su voz está completamente rota.
- No hace falta que me lo cuentes, Rhea.
- No, no, quiero contármetelo. Vera, me hacía bullying, me humillaba públicamente frente a mis compañeros,-vi cómo le resbalaba una lágrima de su mejilla- cada vez que me veia o me humillaba o se hacía la víctima para que los profesores me castigarán. Por eso ahora tengo ataques de pánico, yo me tomo medicación pero creo que no es lo suficientemente fuerte.
Ella empezó a llorar.
- Ven aquí, mi niña - la abraze -, ya está. Todo paso.
- Todavía me hizo más... Perdón por mi voz, es doloroso.
- Rhea, de verdad no te preocupes, no hace falta que me lo cuentes.
Ella sonrió vagamente.
- No te voy a dejar a medias. El caso es que, ella me... Pegaba, bueno, su novio.
Joder con la fotógrafa.
Ahora mismo solo quiero abrazarla.
- Rhea, has probado a ir al psicólogo.
- Me gustaría, pero no encuentro ninguna que me convezca.
- Yo te puedo ayudar.
- Gracias, Chamberlaim.
- A ti, por contarmelo. Ahora vamos a dormir un rato más.
-Vale, Alfred.
- Dime.
- Gracias por escucharme.
- De nada pequeña.
Y nos volvimos a dormir acurrucados.
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Imperfectamente, perfecto
RomanceRhea, 24 años, vive por la fotografia. Alfred, 24 años, vive desde que la conocio. Dos almas que se encuentran en Londres. ¿Conseguiran pasar todos los obstaculos?