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Capítulo 12: Sala de requisitos

Donum Deae – Sala de los Menesteres

"¡No, no, tengo la forma perfecta de matar a Voldemort!"

Había pasado una semana desde que Sephiroth había amenazado a Dumbledore y los turcos habían manejado a Ron y Hermione. La escuela se había convertido en un completo caos con Umbridge corriendo de un lado a otro entrevistando a todos los maestros (y siempre parecía ser durante su clase), pero afortunadamente, aunque Ron y Hermione no podían recordar quién los torturó (si a eso se le puede llamar tortura). con lo rápido que se rompieron) se mantuvieron alejados de su grupo.

El lado Harry de Sephiroth sintió una pequeña punzada por la pérdida de sus únicos dos amigos del mundo mágico; pero a la fuerte personalidad de Sephiroth no podría importarle menos. Ron era una bomba de relojería; se volvió demasiado fácilmente hacia su supuesto 'amigo' y permitió que sus celos gobernaran sus emociones y pensamientos. Estaba celoso del hecho de que Sephiroth fuera SOLDADO; el chico no sabía ni la mitad de la mierda por la que pasó para llegar a ese punto. Hermione... bueno, aunque era buena para algo, en realidad era muy inmadura a la larga. Siempre sintió la necesidad de demostrar su inteligencia superior; Honestamente, fue como trabajar junto a Scarlet una vez más, solo que no tan retrasada.

El grupo estaba actualmente sentado en el gran salón desayunando; Sephiroth podía sentir la mirada de Dumbledore clavándose en él desde la mesa principal, pero la ignoró para mirar al cachorro de Angeal saltando en el banco. "Qué Zack…" no creía que quisiera saber para ser brutalmente honesto.

"¿Recuerdan esas urnas mágicas que hizo el profesor cuando yo era tercero?" Angeal y Sephiroth hicieron una mueca; sus ojos se volvieron cautelosos mientras miraban al cachorro. Oh, sí, se acordaban de esas horribles criaturas. Un horrible monstruo que pasó su vida en un frasco naranja brillante con ojos arremolinados pintados a lo largo; lo único del monstruo que viste con su cabeza púrpura calva y ojos amarillos alienígenas y una cosa brillante al final de una antena en la parte superior de su cabeza.

Había sido creado como un juego entre el científico (sí, parece que Hojo tenía sentido del humor) que era una ruleta Midgar gigante en la que tenías que elegir un ojo y si elegías el correcto ganarías algo; hacerlo mal y el monstruo golpearía incluso a Sephiroth.

"Encontramos uno de esos y decimos que tenemos a Potter; dile que está adentro y que la única manera de sacarlo es que golpee el ojo... ¡BOOM! Voldemort es asesinado por Potter-y..."

Todos en la mesa gimieron ante el horrible juego de palabras. " Zack…" fue un gemido de varios de los miembros mientras las chicas se reían a carcajadas detrás de sus manos; incluso Reno se reía con la cabeza sobre la mesa. Zack hizo un puchero apoyando su cabeza sobre la mesa. "Pensé que era una idea inteligente". Murmuró dándoles a todos su mejor mirada de cachorro pateado.

"Lo harías..." Reno levantó la cabeza sacudiéndola y miró a su amante, quien pudo ver que también estaba sacudiendo la cabeza. "Realmente tengo que preguntarme qué les hicieron esos disparos de mako en la cabeza; todos ustedes son psicópatas".

"Tiene que ser para trabajar para un Shinra". Rude respondió ganándole varios resoplidos y todos mirando hacia otro lado mientras Rufus les lanzaba miradas de muerte.

"No me hagas enfermar DN por ti..." gruñó volviendo a su desayuno. "Entonces, ¿qué clase tienen todos ustedes ahora?" Reno le preguntó al grupo de 5to año que en realidad tenía que ir a clase; él y Zack tenían un período libre en este momento.

"Pociones..." Angeal gimió. Incluso como Angeal odiaba la clase de pociones; Snape, a pesar de que 'Neville' se había convertido en un gigante ambulante, seguía molestándolo porque aún le gustaban las pociones. La química en la escuela nunca fue el punto fuerte de Angeal por qué se quedaría con las plantas; así que Snape aprovechó todas y cada una de las oportunidades para acosarlo. El honor y el orgullo de Angeal se interponían en su manera de regañar al viejo murciélago, y no permitiría que ninguno de ellos regañara a Snape por él.