Cap.15_Fuertes(parte 1)

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– Esos dos me van a oír cuando los vea, estás bolsas están muy pesadas como para que las lleve yo sólo. - se quejó Tierra, caminando a pasó lento con todas las compras que había hecho, lamentándose y maldiciendo mientras él y Neptuno se dirigían a un hotel para pasar la noche "durmiendo". Según lo que prometió Neptuno y simplemente Tierra confío en él, en su cabeza no había posibilidad de que de la nada le pidiera "eso" de nuevo luego de desmayarse ¿No?

Ay... Tan equivocado que estaba Tierra...

– Oye, Tierrita ¿Me darías un beso de buenas noches? - pregunto Neptuno sonriente, caminando detrás de él sin cargar ni una sola bolsa porque Tierra minutos atrás le dijo que no le daría ninguna ¿Por qué? Porque no confiaba en su concentración al caminar y posiblemente dejaría caer más de una, por eso la Tierra pensó: "soldado advertido no muere en guerra". Y ahora está él cargando con todas las bolsas que le empiezan a tallar las palmas claras que tenía.

– Hmmmm, ¿Y para qué quieres uno? Ni que fueras un bebé para que yo te esté ayudando a dormir. - Respondió la Tierra viéndolo de reojo. "Aunque a veces te comportas como un lindo niño pequeño... Jeje. ¡No! Tierra, concéntrate, creo que Neptuno se terminó corrompiendo... ¿O será un beso tierno el que me está pidiendo? Ahhhh, ¡No lo sé!"

– Ayyy ¡Vamos, por favorcito! Es solo un pequeño besito lo que te pido, Tierrita 🥺. - insistió adorable mente a los ojos de Tierra, mientras Marte y Venus miraban todo desde lejos; pensando: "Es un jodido manipulador". Tierra sospechaba, pero debido al cansancio y otros factores aparte decidió dejarlo de lado y bajar la guardia, flaqueando mentalmente sobre si dejarse convencer o no por los ojitos de cachorro que le hacía el planeta helado gaseoso.

– Agh... Si te lo doy ¿Me dejaras de insistir? - pregunto derrotado, sin poderse resistir a las peticiones del más grande, ya sea de edad, de altura, de VERG-... Neptuno lo superaba en muchas cosas referente al aspecto físico, lo cual; no le desagradaba en lo absoluto.

– Por supuesto, Tierrita, me extraña que dudes tanto de mis palabririjillas. - Respondió entusiasta guiñando le un ojo, haciendo que Tierra soltara una pequeña risa entre dientes poco antes de que llegaran frente al hotel más cercano a la tienda de mercado.

Sin más que hacer, entraron, reservaron una habitación grande y al identificarse ni siquiera les pidieron pagar, debido a que dicho hotel le pertenecía a Estados Unidos, quien sin problema le ordenó a todos sus trabajadores de la zona que cumplieran todos los deseos de su planeta, entregándoles una foto que tomaron a escondidas mientras este mismo estaba dormido.
Tiempo después entraron Marte y Venus al mismo lugar, al llegar a la recepción la encargada sospecho de ellos, pero finalmente se terminó creyendo la excusa de que se habían perdido y retrasado mientras viajaban junto a Neptuno y Tierra así que les dejaron pasar también.

– ¿Ahora si puedo tener mi besitoooo? - cuestionó Neptuno, abrazando por la espalda a la Tierra que acababa de organizar la comida muy uniformemente en una esquina de la habitación.

– Ya voy, Neptuno, aguanta un momento ¿Sí? Pareces niño chiquito. - dijo la Tierra divertido, dándose la vuelta y creyendo que solo sería "un pequeño besito" y ya, pero grata fue su sorpresa cuando le dio un beso tierno y suave al planeta gaseoso en la frente y este lo miro insatisfecho ¿Acaso quería algo más?




































Por supuesto que quería más que solo un pequeño beso de cariño.















































Aventuras en el sistema solar (y otros lugares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora