Cap.22_Apego

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- Ve a desayunar, Canadá, como uno de mis pequeños niños, necesitas comer bien para mantenerte fuerte y lindo como eres. - dijo Tierra con cariño, dándole un beso en la frente antes de despedirlo.

- ¡Sí, señor! - habló entusiasta, despidiéndose con una gran sonrisa en su rostro. Sin percatarse de que Saturno había escuchado todo lo que habían hablado antes.

Apareció frente al planeta habitable sin pronunciar palabra alguna, levantándolo sin problema mientras él contrario se quedaba congelado como una piedra en sus brazos durante la misteriosa caminata que llevaba a un destino aparentemente incierto, solamente hasta que llegaron a la habitación de Saturno, la Tierra comprendió que el gigante gaseoso con anillos había escuchado cada palabra.

Más no dijo nada, se quedó quieto mientras el otro abría la puerta de su habitación a oscuras y cerraba detrás de ambos. Sentándose en su cama sin soltar a la Tierra, enrollándolo con sus brazos delgados y comenzando a sollozar en bajo volumen contra el pecho del planeta azul. Tratando de comprender su dolor mientras se rompía por dentro al dimensionar el sufrimiento del pequeño.

- Saturno. ¿Estás bien...? - preguntó incómodo y avergonzado, sus suaves mejillas sonrojadas mientras internamente rogaba que el contrario no se diera cuenta de las marcas de mordidas y chupetones que tenía producto de haberse acostado con tres personas ayer en la noche.

- Sniff-... ¡¿Por qué no me dijiste nada a mí o a Júpiter, Tierra?! - cuestionó dolido, levantando su rostro lloroso del pecho del otro. "Wow... Saturno se ve bellísimo llorando con este aspecto... ¡no! Espera-... ¡¿qué carajo me pasa?! Me estan preguntando algo serio, maldición." Tragó saliva nervioso, estaba sentado en el regazo de Saturno frente a frente, tan cerca que estaba seguro de que no podría escaparse de esta conversación sí o sí.

- Es más complicado de lo que piensas, Saturno. Y-Yo no-... simplemente no puedo contarte algo así como así y menos cuando sé perfectamente lo que podría significar para la vida que tengo. - explicó mirando directamente al gigante gaseoso con anillos, sosteniéndolo del rostro con sus mejillas, sin querer perder la atención del contrario al igual que lo bello que era llorando.

- Eso significa... ¿qué no confías en mí...? - preguntó con la voz quebrada, su preocupación solo ponía más nervioso a la Tierra y no sabía que hacer para tranquilizarlo, ya que en ese estado siempre llevaría sus palabras a una mala conclusión. Por eso sin ningún aviso previo... beso a Saturno en los labios, cerrando sus ojos en un intento por no ver la reacción del otro.

- ¿Qué haces? - preguntó Saturno nuevamente, alejando de inmediato a la Tierra solo para verlo con los ojos cerrados, la cara colorada como la pintura roja que le había mostrado Urano al pintar anteriormente y su pequeño cuerpo tembloroso por los nervios.

- T-T-Trato de ayudarte... - admitió asustado, sin saber cómo proceder correctamente, aunque Saturno seguía llorando, decidió aceptar la ayuda de Tierra y unió sus labios nuevamente a los del planeta azul con cariño, buscando calma, no había deseo o algo mal intencionado detrás de sus acciones...










































Aún.








































Sino que fácilmente ambos no sabían cómo comunicarse y ese pequeño e inocente beso lograba tranquilizar a ambos.

- Entonces... ¿todavía no estás listo para confiar en mí? - Saturno pegó su frente con la de Tierra, mirando sus hermosos ojos con una nueva tranquilidad, llegando a una pausa de su nueva y profunda preocupación.

- Jajajaja, ay... Saturno, no me entendiste, yo confío en ti. - dijo antes de darle otro pequeño beso en la punta de la nariz al gigante gaseoso, riéndose entre dientes suavemente por lo grande que era el corazón del contrario.

- ¿Me lo prometes? - susurró débilmente, dejando que Tierra limpiara con sus pulgares su rostro empapado.

- Te lo prometo. Te contaré mis cosas cuando esté listo, ¿ok? - sonrió contento, alegrándose de qué Saturno fuera tan comprensible con él.

- ¿Te puedo pedir algo antes de que te vayas? - bajaba al planeta azul mientras hablaba, dejándolo acomodarse su linda ropa con paciencia característica.

- Claro. ¿Qué necesitas? - respondió amable, feliz de solucionar las cosas con Saturno tan rápido a diferencia de la revolución lunar que por poco y le cuesta todo lo que consiguió en el pasado.

- Me gustaría recibir un poco más de ayuda antes de irnos. - pidió mientras se inclinaba en su dirección, señalando sus labios inocentemente. "Mmmmm, me recuerda un poco a Neptuno, jajaja, ay... ¡qué adorable!"

Sin más el planeta con vida asintió afirmativo, se acercó más al rostro de Saturno y le plantó otro lindo y tranquilo beso calmado, ambos contentos y Tierra adelantándose a salir en dirección a un pasillo que iba a la cocina antes de ser enganchado por un brazo frío, alguien que sin permiso ni aviso le robó un tierno beso en los labios y le hizo sentir un sabor dulce a mora azul.

- ¿Te gusta como sabe mi dulce? - Neptuno, el grandulón juguetón que amaba a la Tierra en cuestión de menos de una semana con todo su núcleo, adorando tomar a su adorado planeta rocoso por sorpresa.

- Pfff-... mmmmm, que atrevido eres, ¿eh, cariño? Pues sí, el dulce que tienes ahí sabe muy bien, tanto que me lo voy a llevar, ¿te parece? - respondió igualando su actitud juguetona y bromista.

- Pero. ¿Cómo vas a hacer eso si ya está babeado-...? ¡¡¿¿...??!! - no era suficiente con llamarlo "cariño", un apodo que no sabía que significaba todavía, pero se le hacía que sonaba muy lindo saliendo de la boca de Tierra, sino que este le dió un beso para nada santo que dejó al contrario como loco, controlado por la belleza de la Tierra, este último no tuvo que hacer mucho amague para robarle el dulce de mora azul junto a su aliento.

- Jajajaja. Cuidado pierdes algo más que tu dulce, cariño. - susurró a un lado de su oído, provocando un escalofrío en todo su cuerpo antes de que se tapara la cara con una mano avergonzado mientras con la otra se despedía con gracia para el planeta rocoso antes de que esté se fuera.

Continuará

(Buenas, otra vez volví después de dos semanas, ¿cómo les ha ido en estos días? :D)

Aventuras en el sistema solar (y otros lugares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora