💭┊ೃ Cuando ves por primera vez a tu pareja destinada, tu omega o alfa lo sabe. Jay lo encuentra en un omega que no puede saber cuándo ha encontrado a su alfa destinado.
Jay hará lo imposible por demostrarle a Heeseung que es su alfa destinado.
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El alfa se da la vuelta en la cama cuando el timbre suena con insistencia un par de veces. Con sueño se sienta en la cama y comprueba en su teléfono la hora, demasiado temprano para que alguien estuviera tocando la puerta. Con los pies descansos, el cabello en varias direcciones y la ropa ancha camina hacia la puerta de la sala de su departamento y abre la puerta sin mucho interés, pero se da cuenta unos segundos antes de abrir que se trata de HeeSeung. El olor a cerezas entra por sus fosas nasales y su alfa se remueve contento por tenerlo cerca, en cambio el Omega entra sin saludarlo y camina hacia su habitación. Jay parpadea siguiendo su paso, viendo como ahora el Omega está revisando su closet con insistencia, no le toma importancia, tan solo se deja caer en la cama sentándose y bostezando un par de veces viendo cómo el Omega rebusca en su closet.
El olor a cerezas hace que se calme y se relaje, lo cual solo le da ganas de atraer a HeeSeung y volverse a dormir pegado a él. Lo haría si tan solo el Omega dejará lo que está haciendo. Mientras el Omega revuelve todo su closet, sus ojos lo escanean permitiéndose comparar a este HeeSeung con él de hace tres años. El Omega ha cambiado, sus rizos ahora eran un poco más cortos que antes, lucía más confiado, sus facciones más marcadas, pero aún tiene las mejillas rellenas y los ojos suaves y expresivos.
Sonríe viendo como su novio movía el pie ansioso mientras pone de cabeza su closet. Aún le sorprende un poco lo rápido que pasó el tiempo, ahora tenían tres años de relación y como su relación se ha fortalecido con el paso del tiempo, y ni siquiera puede creer que lleve tres años con su pareja destinada y apenas es solo el comienzo. Se conocieron en la universidad y ahora ambos tenían su empleo y Jay tenía su propio lugar. Solo se sentía un poco irreal y más con el sueño que aún estaba en su sistema.
HeeSeung suelta un sonidito, lo cual lo hace abrir por completo los ojos y mirar con curiosidad a su novio. Sostiene una prenda en la mano sonriendo victorioso.
—¡Había estado buscando está camisa por horas! — HeeSeung le señala —. Sabía que podría estar aquí. Ahora que lo pienso, también podría estar esos jeans que estaba buscando la semana pasada.
El Omega habla más consigo mismo que con Jay. HeeSeung deja la camisa a un lado de él y vuelve en su trabajo de buscar entre sus closet. Jay regresa a su posición anterior de acostarse, solo que está vez mantiene los ojos abiertos admirando a HeeSeung en silencio. La manera en que se mueve, los rizos bailando cuando lo hace, la manera en que el Omega luce cómodo y familiar estando en su departamento, debido a las cantidades de veces que ha estado aquí. Por unos momentos lo admira, pero luego su atención va hacia su closet, se da cuenta del gran espacio que ocupa la ropa de HeeSeung ahí dentro, exactamente la mitad, tal vez la mayor parte de las prendas del Omega estén ahí. No solo ha ocupado un espacio en su closet sino en todo el departamento, incluso en su cama. Se permite mirar alrededor solo para confirmar que es cierto. Sus botas están junto a sus tenis, la almohada favorita de HeeSeung está en su cama, cuando va hacer las compras con el Omega termina comprando cosas que a ambos le gustan, y tiene un espacio con lo que HeeSeung ama comer.
