Protegerte (Ayanokuoji y Tú)

Capítulo Quince

-Paren...

-¿Crees que te perdonaremos si lloras?

-Eres una cobarde, te escondes detrás de los chicos

-Si, das mucha rabia

-¿No eras tan valiente antes? ¿Me oyes?

-Me duele

-Vaya cara

-¿Se la arreglamos nosotras?

-Buena idea

-¿Lo hacemos?

-No... No...

-¡Ayanokouji!

-Aún no

-¡Ya fue suficiente! ¿Qué están haciendo?

-Solo estábamos hablando

-¿Verdad?

-Si

-No te metas, a ti no te importa

-Acabarás disculpándote con Rika -las chicas se fueron, Yukimura fue donde Karuizawa y también fui con él

-¿Estás bien? -pregunte

-Déjenme

-Estaba preocupado por ti

-¡Callate! ¡No te pedí ayuda! -nos pasó de largo

-¿Qué diablos le pasa? -coloqué una mano en su hombro

-Dejala Yukimura, acaba de pasar por algo fuerte

-Aún así... -negué con la cabeza

-De acuerdo

Al día siguiente, llegó un mensaje sobre que el Grupo Venus también terminó

En la tarde Ayanokouji hizo su plan para hacer que Karuizawa confiara en él, no negaré que estuve algo asustada cuando supe todo el plan, la pobre chica tiene un trauma con ser acosada...

Tocaron mi puerta y con cautela me acerqué

-¿Quién es?

-Soy yo, Ayanokouji -me sorprendí y abrí

-¿Y bien? -deje que entrara

-Todo resultó para bien, más tarde nos encontraremos con Chabashira-Sensei

-Bien -me abrazó, no me lo esperaba, pero acaricie su cabello

-Retrocede

-¿Eh? -hizo algo de fuerza y con cierto cuidado iba hacía atrás

Hasta quedar en la cama

Ayanokouji acarició mi espalda, un escalofrío recorrió mi espalda

-________... ¿Confías en mí?

-Y-Ya te lo he dicho, si lo hago... -sus ojos se toparon con los míos

-Yo también -sonreí, se acercó y sin esperarlo, empezó a besar mi cuello, comencé a suspirar, con cuidado, acariciaba mis caderas

-A-Ayanokouji... -una de sus manos, fue por debajo de mi blusa, no iba muy arriba, pero acariciaba por el lado izquierdo, sus labios ahora fueron al lado derecho, con cuidado quite su corbata, Ayanokouji se acercó demasiado e hizo que mis piernas rodearan su cadera

-Ah- Ayanokouji -agarró mi mano y la puso al lado de mi cabeza, por fin pude verle la cara, su rostro estaba algo diferente

Los ojos casi entrecerrados, y las mejillas coloradas, su respiración era entrecortada, apoyó su frente en mi hombro y siguió acariciando mi cuerpo, suspiraba en cada momento, Ayanokouji era gentil