Protegerte (Ayanokuoji y Tú)

Capítulo Veinticinco

23 de Diciembre

Estaba muy cómoda en mi cuarto dibujando, por fin termine el dibujo de Kiyotaka, tal vez pueda regalarsela pasado mañana

Pasado mañana...

Cierto, me dijo que tenía una cita con Satou

Puedo dárselo más tarde

Mi teléfono empezó a vibrar y vi que era Kei, contesté

-Hola

-¡_________ ven al café ahora! -alejé el celular tan solo escuché mi nombre

-¿Cuál es la necesidad de gritar?

-¡Solo hazlo! y perdón -suspire

-Bien, bien, ya voy

Al llegar al lugar, busqué a Kei con la mirada, pero no fue tan difícil, estaba agitando el brazo muy rápido

-¿Qué sucede? -tomé asiento

-Tenemos un problema, ¡Satou quiere declararse a Kiyotaka pasado mañana!

-¡¿Eh?! ¡Es muy temprano!

-¡Lo sé! Para poner la cosa peor, me pidio tener una cita doble con Yosuke

-Con todo respeto, ¿en que tengo que ver yo?

-Tendrás que ir también

-Pero... para empezar no tengo con quien salir -crucé mis brazos

-Todavía no, dame el celular

-¿Para qué?

-¡Solo dámelo! -estiró su brazo, con cierta desconfianza le di el objeto, estuvo mirando un buen rato, hasta que cuando lo puso en la mesa, vi el nombre que estaba en pantalla

-¡Kei-!

-¿Hola? ¿Sucede algo? -miré a Kei, ella solo tenía una mirada de enojo pero también dándome apoyo, suspire y hable

24 de Diciembre

-Es raro que me llames cuando no hay ninguna prueba especial -le dijo Horikita al responsable

-Supongo

-¿Y bien? ¿Qué quieres?

-¿No te interesa unirte al Consejo Estudiantil? -¡¿a eso va tan rápido?!

-Disculpa, creo que no te estoy entiendo

-Cierta persona espera que lo hagas, Manabu Horikita

-Imposible

-Es la verdad, compruébalo -le tendió el celular con el contacto de su hermano, Horikita aceptó el objeto

-Si es mentira, vete preparando -marcó

-Este... Si, soy yo, Suzune, si, estoy usando el celular de Ayanokouji, si, si, si -suspiró

-¿Y bien?

-Dice que unirme al Consejo me beneficiaría, pero dudo mucho que sea el caso, como mínimo, no mientras tú hagas de intermediario -Kiyotaka se puso de pie

-No insistiré por hoy -se marchó y lo seguí

-Kiyotaka, lo siento, exageré demasiado

-Esta bien, estabas preocupada

-Llegué a pensar que no ibas a aparecer aquel día, quería proteger a Kei, pero estaba muy débil, pero... me alegro que hayas estado ahí -sonreí

La noche empezó a aproximarse y nieve empezó a caer

-Qué frío -dijo el castaño, iba a agarrar su brazo pero alguien habló