Heart Rate » l.s. [M-preg]

009

— Louis, ¡Louis espera! Lo hiciste bien ¿Por qué estas así?

Louis frenó en seco entre un suspiro, se dio vuelta y apoyo su peso en una pierna.— ¿Así como? No estoy nada— pero su tono hablaba con enojo

— ¿Louis, por qué mierda estas enojado?—  su voz también mostraba enfado, y Louis se indigno ante esto.

—  Ah, ahora no puedo enojar, bien

—  No dije eso—  ambos estaban frustrados, pero ante los ojos del castaño al mayor parecía importarle poco y nada, estaba actuando caprichosamente por nada.  — Lou, ¿vas a llorar?

La mandíbula de Louis cayó con esa acusación que sonó como si estuviese molesto si lloraba, ¿Qué le importaba si lloraba? — ¿Te afecta en algo si lo hago?— ambos notaron que el reproche sonó infantil, así que el mayor soltó una risita, se acerco y apoyó sus manos en su cintura de Louis. El pasillo estaba vacío. El menor apenas se removió para soltarse pero las manos empujaron de él dentro de un cuarto, el de limpieza. Sintió su espalda chocar, sin brusquedad alguna, contra el estante haciendo caer unas cosas. Su cuello fue atacado por los labios rojizos del mayor, y en su pantalón se entrometió una mano haciéndolo gemir.

— ¿Puedo saber al menos que sucede?

El contrario sintió las lágrimas parar ante la voz del rizado, y negó con la cabeza  junto a un gemido de sus labios.

A Louis le encantaba sus encuentros con Harry, solían tener sus momentos a solas cuando podían, pero esta vez el calor infernal que sintió en cuando la manos de Harry tocó su piel fue memorable. Nunca se sintió tan malditamente caliente.

— Mejor llorar por sexo... entonces—

La voz ronca resonó en su oído. Louis se dejo llevar mientras la mano del ojiverde subía y bajaba creando una erección, y eso que la tela del bóxer estaba del por medio. — Mierda. Labios— pidió en un jadeo, haciendo que Louis bajara su cabeza y besara sus labios. Mordiendo y succionando el inferior, el mayor los dejo hinchados. Bajo a su cuello, creando marcas rojas.

Entre ronroneos y gemidos fuertes, el mayor miro a los ojos azules pidiendo permiso para tocar. Louis asintió maldiciendo. Su mano envolvió su bulto, lo que hizo que el ojiazul arqueara la espalda y buscara la entrepierna del ojiverde. Pidió permiso con la mirada, el cual asintió de misma manera. No lo pensó dos veces, introdujo su mano entre el pantalón y bóxer ajeno para tomar la erección entre sus dedos y comenzar un vaivén. Harry solía reírse de las manos pequeñas de Louis, ya que no podía tomar su pene por completo; pero ambos sabían que, al rizado, malditamente le fascinaban esas manos. Ambos masturbándose el uno al otro, tratando de coordinar sus manos, sintiendo el pre-semen del otro entre sus dedos y jadeando audiblemente.

Louis con su mano desocupada tiraba del pelo contrario, mientras sus labios gemían roncamente en el oído del mayor; el cual se encontraba con la mano desocupada en la curva del menor y sus labios devorando las clavículas éste. Pasados los minutos, Louis se corrió en su bóxer, salpicando semen en la mano contraria que apretaba suavemente la punta.

El castaño siguió sus movimientos con la mano, pero sintió como Harry erguía su espalda para mirarlo. Conectaron sus ojos en la oscuridad, fue cuestión de segundos que vio como la mano del rizado abandonaba sus partes para llevar dos dedos directo a su boca, probando el liquido ajeno esparcido por su palma. Louis gimió con la imagen frente a sus ojos, Harry inclinando su cabeza hacia atrás y corriéndose en la mano contrario, con su gusto en los labios levemente hinchados y marcados de mordidas ajenas.

— Mierda— ambos soltaron el mismo gemido, haciéndolos reír agotadamente. Harry agarró a Louis en sus brazos y lo dejó en el suelo -que se estiró completamente como estrella-, levantándose para agarrar unas sabanas hospitalarias que estaban embolsadas en el estante. Louis se lo agradeció mentalmente cuando este tomó su mano y la limpio suavemente. Luego se tiró a su lado, ambos viendo el techo a oscuras mientras recuperaban el aliento.