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Louis nunca fue una persona muy social. De hecho solo tuvo un amigo en su vida y ni siquiera recordaba su nombre, fue cuando tenía 3 años y estaba en jardín de niños; luego simplemente no se acuerda de aquel niño. En la escuela no se la pasaba muy bien, y en la secundaría menos. No es que lo molestaran o algo, es que él solía alejarse de los pocos que iban a aquella institución publica. Él prefería pasar el día en el hospital, cuando lo dejaban por supuesto, o estudiar. También cuidaba de sus hermanos, y le encantaba cocinarles cosas dulces con los pocos ingredientes en la alacena. A veces, cuando su abuela no se presentaba y no había comida, salía al lago con ambos mellizos y los distraía cuando la panza les sonaba. O les compraba con ahorros, que ni sabía de donde sacaba, unas batatas fritas.

Siempre fue independiente, y lo sabía más que nadie.

Cuando le dieron beca en su primer internado, en el Johns Hopkins, su madre lloró al recibir la noticia. Le hizo una pequeña sorpresa en su departamento, visitándolo luego de meses, y cenaron pizza -la favorita de los hermanos Tomlinson-.

Pero también lloró cuando le llegó la noticia de que había sido expulsado. No hubo festejo, pero si una gran discusión. Louis se arrepentiría de por vida las palabras que uso contra la mujer que dio todo y más por él, pero estaba muy enterrado en el pasado de ambos.

Ahora Louis tenía un amigo. Tenía otra beca. Era un comienzo que le encantaba; pero se prepara bastante bien para el caos que puede caer en cualquier momento.

Σ

— Y... ¿Cuándo se va tu familia?—  la pregunta del moreno era frecuente, Louis siempre se reía y respondía lo mismo.

— No lo sé, Zayn, me lo preguntaste miles de veces y las miles respondí lo mismo...

Estaban en pediatría, Harry estaba frente a ambos leyendo expedientes -o eso pesaban los internos mientras lo seguían de atrás-.

—¡Pero estoy durmiendo en la sala de descanso! Esas camas son mierdas, cosas duras...

Louis se carcajeo y juró escuchar a Harry también pero lo dejó pasar.

— Lo sé, créeme.

— Tu estas durmiendo en ese sofá incomodo, lo siento pero deberías echarlos.

Louis rodeó los ojos, y antes de poder contestar, el pediatra se volteó y extendió las carpetas hacia el ojimiel.— Malik, llévalas a recepción y vuelve que tendrán cirugía.

Frunció el ceño confundido— Pero si recién vení-—al ver los ojos esmeraldas asintió y se giró comenzando a caminar y murmurando palabras que ninguno de los otros dos llegaban a escuchar.

— ¿Duermes en el sofá?— el castaño se sorprendió ante la pregunta del mayor, y frunció apenas el ceño.

— No está bien escuchar conversaciones ajenas, ¿sabes?— cruzo sus brazos y poso su peso en una pierna. Rodeó los ojos y asintió.— Hasta que mamá se vaya.

— Pero eso no es cómodo, Lou

Louis hizo una mueca obvia junto una sonrisa— Si, creo que lo sé

Harry negó serio.—No, no puedes dormir así.

— Bueno, ¿Gracias por el consejo?— sonrió hacía abajo y Harry se le quedó viendo los labios.

— Ven a casa— susurró sin apartar los ojos de los labios contrarios, y sonriendo cuando estos lo hicieron. Subió la mirada a los azules brillantes, pero dejó una mueca seria cuando el castaño comenzó a negar con una pequeña risita.

Heart Rate » l.s. [M-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora