005

200 12 0
                                    

La práctica hace al buen cirujano; no puedes entrar a un quirófano si antes no practicaste con un muñeco, no puedes agarrar el bisturí y hacer una abertura en una persona si no estudiaste como sujetar el elemento, menos que menos puedes operar esperando que salga todo bien sin tener siquiera información del procedimiento. En el quirófano la determinación lo es todo. En un quirófano llevas en práctica todo lo que alguna vez aprendiste. No corres sin antes saber caminar. 

Louis guarda su primera experiencia en un quirófano muy marcada. Recuerda como agarro el bisturí entre sus manos e hizo la primera abertura en un paciente, recuerda aquel paciente. Había deseado tanto estar operando, que cuando termino y todas las felicitaciones cayeron en él, se dio cuenta que quería pasar así el esto de su vida. Le apasionaba el quirófano

De adolescente siempre le aterro crecer. ¿Elegiré bien mi universidad? ¿Tendré plata? La medicina es cara ¿Obtendré beca?  Y se hundía en preguntas mentales que lo mareaban y asustaban. Por supuesto que siempre sintió que la medicina era lo correcto, pero su cabeza jugaba con el cómo un perro con una pelota.

Σ

— ¡Lupi, Lupi! ¡Michelle de general me dejo asistirla en una apendicetomía! ¡Me dejara hacer el corte!— El morocho saltaba de felicidad alrededor de su amigo, el cual le sonreía cansado. Habían pasado otras dos semanas y ya le estaba aburriendo pediatría.

— Bien, Zayn. A las cuatro semanas conseguiste tu primera cirugía. Estoy feliz ti, pero ricitos realmente me esta aburriendo. Solo tengo cosas aburridas, y fuera de los quirófanos. Dice que me creo algo altanero por querer obstruir un pecho o abrir un cerebro. Que cuando me calme podré obtener algo, ¡agh!

Zayn solo se le quedó mirando con el ceño fruncido: — Reclámale que mereces algo. O arrodíllate-

— ¡Zayn!

— ¡Para rogarle imbécil! Tu siempre malpiensas todo— pero claramente lo decía con doble intención

Se dirigían a una sala donde habían sido llamados. El jefe de cirugía reunió a todos los internos. Habían pasado cuatro semanas pero nunca lo habían visto. Habían escuchado que siempre se la pasaba en la oficina, pero no tenían idea de quien era.

Cuando se adentraron a la sala, esta estaba llena. Todos jóvenes que no pasaban los 25. Pudo intercambiar miradas con Harry y, quien supone que es, Liam. A su lado y en el medio de la sala, un hombre pelinegro, no tan joven ni tan anciano. Tenía un cartel en su bata blanca "Felipe Roberts - Jefe de cirugía". Se diferenciaba del de los demás superiores; este era mas marcado y tenía el nombre del hombre, cuando los demás simplemente llevaban una inicial y el apellido.

— L-lo siento, debíamos dejar unos... unas formas en r-recepción— el morocho agacho levemente la cabeza mientras hablaba nervioso. El jefe no le apartaba la vista a Louis, se sintió intimidado.

— Pasen— les dedico una leve sonrisa. Antes de que la puerta se cerrara por completo detrás de ellos, una agitada morocha se asomo. Cuando vio al jefe le sonrió levemente.— ¿Si?

— Lo siento, Feli. Necesito levarme a Harry ya mismo. Es Nina— Louis lo escucho, rápidamente corrió su vista hacía el mayor, quien no tardo un segundo en salir corriendo dejando unas disculpas sueltas.

— Yo también atiendo a Nina— Louis le susurro levemente a su amigo, pero este solo le solto un leve "sh" con vergüenza.

Media hora y la charla seguía. Era una motivadora. El directo solo les hablaba de la preparación y los métodos del hospital. Reglas. Cosas que Louis sabía desde incluso pequeño; cuando asistía al hospital con su madre. También les dio una disculpa, por la tardanza en presentarse. Estaba a mitad de eso cuando la puerta se abrió rápidamente dejando a la vista a una enfermera rubia que respiraba algo agitada.— Necesito... Necesito a T-Tomlinson en el quirófano tres... Ahora.

Heart Rate » l.s. [M-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora