»Había una vez, en un reino muy lejano, un joven príncipe que había caído profundamente enamorado de una persona pero había un gran problema. Al ser el próximo heredero del reino, estaba destinado a casarse con la princesa del reino próximo al suyo pero él no quería, su corazón había sido atrapado por aquel plebeyo que conoció en una de sus tantas visitas al pueblo.«
-Sabes que no me gustan esas historias. -Murmuro Donghae quién tenía recargada su cabeza en el hombro de Hyukjae. -Esas cosas de oponerse a un romance es feo.
-Ya sé. -Rió ligeramente Hyukjae. -Prometo que no será nada de lo que piensas, me asegure antes de comprarlo.
»El jóven príncipe iba todos los viernes al pueblo solo para ver a aquel joven que trabajaba en la panadería del pueblo, en el castillo decía que debía sentirse cercano al pueblo, que solo así sería un gran Rey como lo era su padre pidiendo ir solo para no ahuyentar a nadie y pasar desapercibido pero había otra realidad, él no quería tomar el reino, siempre anhelo ser libre y hacer lo que más quería, primero soñaba con irse de aventuras por todo el mundo y conocer muchos reinos pero ahora solo quería que aquel hermoso castaño se quedara a su lado.«
-Esta historia me es familiar. -Donghae lo interrumpió nuevamente pero termino soltando un bostezo.
-¿Ya quieres dormir? -Le preguntó en una voz suave.
-Sigue. -Donghae pidió.
»Nunca creyó que aquel tipo de amor que solía contarle su madre llegaría a su vida, ella siempre le dijo que si algún día encontrará a una doncella, no importa su estatus se los hiciera saber y la aceptarían con gusto, el rey nunca dijo nada al respecto por lo que el príncipe asumió que apoyaba a su esposa pero después fue avisado por su inminente matrimonio arreglado, ¿aún podía decirles que estaba enamorado?, y, ¿también aplicaba si era un hombre tan lindo como el que sus ojos veían en ese momento?
Su corazón latía con rapidez, quería abrazarlo, llevarlo al castillo y decirle a sus padres que era aquel joven de ojos cafés y sonrisa encantadora con quién pasaría el resto de su vida.
¿Él también querría pasar el resto de su vida a su lado?«
Donghae soltó otro bostezo más.
-¿Ya quieres dormir? -Le preguntó deteniendo la lectura.
-No quisiera pero deberia. -Le respondió Donghae, Hyukjae cerró el libro y lo dejo en la mesa de noche. -Me siento cansado, hoy fue un día cansado.
-¿Hiciste muchas cosas? -Hyukjae tomó su mano con delicadeza y le dió un beso.
-Si, los niños estuvieron muy hiperactivos hoy. -Le contesto mientras bajaba su cuerpo para posar su cabeza en el pecho de Hyukjae. -¿Y tú?, ¿cómo estuvo tu día?
-Pesado. -Respondió Hyukjae. -Temprano hubo una cirugía de emergencia y como no estaba el medico a cargo, tuve que hacerla yo.
-Pero a ti no te gusta eso. -Donghae dijo extrañado.
-Lo sé pero era el único que podía hacerla. -Hyukjae le respondió, Donghae hizo un sonido de inconformidad.-No es tan malo, después de todo me mate estudiando la especialidad, de vez en cuando no está mal hacer cirugías sencillas.
-Te creeré. -Murmuro. -Sabes que solo quiero que hagas cosas que te hagan feliz.
-Tú me haces muy feliz. -Le respondió dándole un beso en la frente. Donghae soltó una risita contenta y cerró sus ojos. Hyukjae captó que se estaba quedando dormido así que siguió acariciando su mano hasta que se aseguro que se había quedado dormido, lo recostó bien en la cama y lo tapó con delicadeza.
Tenía que regresar a trabajar pues tenía doble turno en el hospital pero aún tenía un par de minutos más así que se arrodilló y miro a Donghae, analizo sus facciones relajadas que indicaban que estaba en un profundo sueño, acercó una mano y acarició su rostro.
Memorizo sus facciones relajadas, esa nariz que tanto le gustaba, aquel lunar que adornaba su rostro y esos bonitos labios que amaba ver sonreír y también besar.
Hyukjae pensó en el cuento y no pudo evitar reír en bajo, Donghae tenía razón al encontrar similitudes en la historia con la de ellos.
-Sueña bonito, amor. -Susurro antes de dejar otro beso en su frente y se levantó para ir a trabajar.
✨
Tiempo atrás
Hyukjae caminaba malhumorado rumbo a la salida del hospital, ser residente de medicina era una basura, sus superiores lo trataban mal, los pacientes lo trataban mal, todo mundo lo trataba mal.
No había dormido en casi 32 horas, comido bien en 24 horas y apenas podía llegar a su casa a descansar 10 horas para después regresar.
-El chico de la cafetería me escribió esto, es tan lindo. -Chillo una de sus compañeras a su lado mientras esperaban en la parada.
-¿El castaño? -Otra le pregunto y asumiendo que asintió en respuesta, siguió escuchando. -Es muy guapo y atento, mi día mejora cuando voy por mi café.
Hyukjae subió a su autobús en cuanto esté llegó y se sentó hasta atrás, solo.
No era la primera vez que escuchaba hablar de aquel chico, médicos y enfermeras hablaban sobre él todo el tiempo.
Un chico encantador, guapo, amable, atento.
Todo tipo de adjetivos que lo catalogaban como el ser humano perfecto y él dudaba eso, nadie podía ser perfecto en este mundo, muchas veces dijeron que era perfecto pero él mismo sabía que una cosa era ser buen estudiante de medicina, que cargaba con un legado y otra, que realmente fuera la persona perfecta.
Y le entró curiosidad, quería ver a aquel chico y ver por si mismo si era lo que todos hablaban.
O era como él.
Entonces decidió que mañana, iría por un café.
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¡BIENVENIDAS!
Una historia más pero con capítulos cortos, realmente necesito descanso de las historias largas porque ya estoy agotada jaja
Pero aún así me esforzaré en darles una gran historia, espero les agrade 🫶🏻
Esta historia no tendrá días de actualización considerando sus comentarios así que se irá actualizando un día a la semana para más magia
