Capitulo IV

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Bésame, ¡maldita sea!, le suplico, pero no puedo moverme. Un extraño y desconocido deseo me paraliza. Estoy totalmente cautivada. Observo fascinada la boca de _____ Evans, y ella me observa a mí con una mirada velada, con ojos cada vez más impenetrables. Respira más deprisa de lo normal, y yo he dejado de respirar. Estoy entre tus brazos. Bésame, por favor. Cierra los ojos, respira muy hondo y mueve ligeramente la cabeza, como si respondiera a mi silenciosa petición. Cuando vuelve a abrirlos, ha recuperado la determinación, ha tomado una férrea decisión.

"Scarlett, deberías mantenerte alejada de mí. No soy una mujer para ti" suspira. ¿Qué? ¿A qué viene esto? Se supone que soy yo la que debería decidirlo. Frunzo el ceño y muevo la cabeza en señal de negación.

"Respira, Scarlett, respira. Voy a ayudarte a ponerte en pie y a dejarte marchar" me dice en voz baja. Y me aparta suavemente.

Me ha subido la adrenalina por todo el cuerpo, por el ciclista que casi me atropella o por la embriagadora proximidad de ____, y me siento paralizada y débil. ¡NO!, grita mi mente mientras se aparta dejándome desamparada. Apoya las manos en mis hombros, a cierta distancia, y observa atentamente mi reacción. Y lo único que puedo pensar es que quería que me besara, que era obvio, pero no lo ha hecho. No me desea. La verdad es que no me desea. He fastidiado soberanamente la cita.

"Quiero decirte una cosa" le digo tras recuperar la voz "Gracias" musito hundida en la humillación. ¿Cómo he podido malinterpretar hasta tal punto la situación entre nosotros? Tengo que apartarme de ella.

"¿Por qué?" Frunce el ceño. No ha retirado las manos de mis hombros.

"Por salvarme" susurro.

"Ese idiota iba contra dirección. Me alegro de haber estado aquí. Me dan escalofríos solo de pensar lo que podría haberte pasado. ¿Quieres venir a sentarte un momento en el hotel?" Me suelta y baja las manos. Estoy frente a ella y me siento como una tonta.

Intento aclararme las ideas. Solo quiero marcharme. Todas mis vagas e incoherentes esperanzas se han frustrado. No me desea.

¿En qué estaba pensando?, me riño a mí misma. ¿Qué iba a interesarle de ti a _____ Evans?, se burla mi subconsciente. Me rodeo con los brazos, me giro hacia la carretera y veo aliviada que en el semáforo ha aparecido el hombrecillo verde. Cruzo rápidamente, consciente de que Evans me sigue. Frente al hotel, vuelvo un instante la cara hacia ella, pero no puedo mirarlo a los ojos.

"Gracias por el té y por la sesión de fotos" murmuro.

"Scarlett... Yo..." Se calla. Su tono angustiado me llama la atención, de modo que la miro involuntariamente. Se pasa la mano por el pelo con mirada desolada. Parece destrozada, frustrada y con expresión alterada. Su prudente control ha desaparecido.

"¿Qué, _____?" le pregunto bruscamente al ver que no dice nada. Quiero marcharme. Necesito llevarme mi frágil orgullo herido y mimarlo para que se cure.

"Buena suerte en los exámenes" murmura. ¿Cómo? ¿Por eso parece tan desolada? ¿Es esta su fantástica despedida? ¿Desearme suerte en los exámenes?

"Gracias" le contesto sin disimular el sarcasmo. "Adiós, señora Evans." Doy media vuelta, me sorprende un poco no tropezar y, sin volver a dirigirle la mirada, desaparezco por la acera en dirección al parking subterráneo.

Ya en el oscuro y frío cemento del parking, bajo su débil luz de fluorescente, me apoyo en la pared y me cubro la cara con las manos. ¿En qué estaba pensando? No puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas. ¿Por qué lloro? Me dejo caer al suelo, enfadada conmigo misma por esta absurda reacción. Levanto las rodillas y las rodeo con los brazos. Quiero hacerme lo más pequeña posible. Quizá este disparatado dolor sea menor cuanto más pequeña me haga. Apoyo la cabeza en las rodillas y dejo que las irracionales lágrimas fluyan sin freno. Estoy llorando la pérdida de algo que nunca he tenido. Qué ridículo. Lamentando la pérdida de algo que nunca ha existido... mis esperanzas frustradas, mis sueños frustrados y mis expectativas destrozadas.

Fifty Shades of You (Scarlett Johansson y Tu g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora