9. Washing machine heart

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-Bien, qué quieres, Stan.

Kyle estaba sentado en su cama mientras el pelinegro estaba en la silla del escritorio, frente a él.

-Quería pedirte perdón Kyle, yo...

-Está bien -lo interrumpió el pelirrojo- estás perdonado. Olvidemos esto.

A pesar de la sonrisa de su amigo, Stan no le creía que podía pasar página así como así.

-Pero quiero explicarte, necesito que hablemos de esto -insistió Stan.

El otro chico no quería hablar de eso, no quería escuchar que el beso había sido un error, que debía olvidarse de su amigo.

Pero aun así, le permitió seguir hablando. A veces la verdad duele, pero debía enfrentarla.

-Dime.

-Eres mi mejor amigo desde que tengo memoria. Has estado conmigo en las buenas, las malas y las peores. Lo paso mejor contigo que con cualquier otra persona en el mundo... y ya no me basta con ser tu amigo.

Kyle solo apretó los labios. No sabía qué pensar.

-Yo sé que he estado con Wendy todos estos años, pero últimamente ya no es lo mismo, ya no siento que me guste como antes y creo que es por ti. Porque también me gustas, de verdad.

-¿Y qué harás cuando Wendy te pida volver? ¿Cómo sé que esto no es una estrategia tuya para no sentirte solo mientras tanto?

-Porque diciéndote esto, me estoy arriesgando a perderte, Kyle. Si fuera por no quedarme solo, simplemente lo dejaría ir y ya, intentaría volver con Wendy y nosotros seguimos siendo amigos.

-Dices esto porque me besaste el otro día. Si no lo hubieras hecho, nada de esto estaría pasando.

-Tal vez, pero pasó, y no me arrepiento. Me gustas, Kyle, y si Wendy viene pidiéndome que volvamos, le diré que no, porque no quiero estar con ella.

Stan se acercó un poco más y tomó las manos de Kyle.

-Quiero estar contigo. Me gustas.

Kyle lo miró a los ojos. No sabía qué pensar, no sabía si creerle o si estaba bien arriesgar esta amistad solo por algo que simplemente podía ser un capricho de su amigo.

Pero lo hizo.

Y se acercó a Stan y le dio un corto beso en los labios.

Stan sonrió y lo besó nuevamente, pero no un beso simple. Abrió un poco la boca para morder despacio el labio de su amigo.

Kyle entendió la señal y también abrió la boca, para que Stan no tardara en colar su lengua en ella.

El beso sentía desesperado, como si fuese algo que debió ocurrir hace años, y no quisieran que acabara.

Entre besos, Stan se colocó junto a Kyle, para poder abrazarlo mejor. Le sacó el gorro para dejar libres sus rizos pelirrojos que tanto le gustaban y pasar sus dedos entre ellos.

Kyle se sentía en las nubes, hasta que sintió que alguien subía la escalera y empujó a Stan para alejarlo.

Justo a tiempo, porque un par de segundos después, su madre abrió la puerta con una bandeja con un par de vasos y un plato de galletas.

-¡Niños! ¿No me digan que se estaban peleando?

Lo que ella vio fue a su hijo algo despeinado y con la cara roja, mientras que a Stan estaba a punto de que se le cayera el gorro y respiraba con irregularidad.

-No te preocupes, mamá. Ya está todo bien -respondió Kyle colocándose su gorro otra vez y recibiendo la bandeja.

-Más les vale.

Cuando salió del dormitorio, Kyle y Stan no pudieron evitar soltar una risotada.

Y decidieron pasar el tiempo jugando algo en la computadora, para no levantar alguna otra sospecha.

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Wendy se acercó a Tweek durante el primer receso antes de que saliera a juntarse con Craig.

-Tweek, ¿Puedo preguntarte algo?

-Ack, claro -respondió.

-¿Sabes cómo está Stan? Lo he visto muy decaído estos días, y hoy ni siquiera vino... estoy preocupada por él.

-Oh, Dios.

Ese día, ni Stan ni Kyle habían ido a la escuela ya que, por alguna razón, la cena que les dio la señora Broflovski el día anterior, cuando por fin se pusieron de buenas, casi los envenena.

Estaban enfermos, cada uno en su casa, intentando sobrevivir.

Pero Wendy no sabía eso. Para ella, Stan se había ausentado porque ya no podía soportar la ruptura, y verla a ella era un martirio.

-No sé si estuvo bien terminar con él de esta forma. Yo aún lo quiero mucho, pero tenía miedo de que nuestra relación se desgastara, porque como empezamos siendo niños... pensé que lo mejor para ambos era terminar y así poder volver cuando fueramos más grandes.

-¡¿Qué?! -exclamó Tweak más fuerte de lo que quiso, pero luego puso su tono normal, aunque no pudo evitar algunos temblores -digo, ¿de dónde sacaste esa idea?

-La leí en una revista para chicas. Los romances de la infancia nunca duran. Pero ahora no lo sé. Quizás fui tonta al terminar por eso.

-Sí, es una razón muy estúpida -dijo el rubio.

-Creo que iré a verlo y pedirle que volvamos.

-Oh Dios, ack, no creo que sea necesario -le dijo Tweek.

-¿Por qué?

Pero Tweak se quedó sin palabras. ¿Qué le iba a decir? ¿Que él ahora prefería a Kyle? El pelirrojo le había contado lo que pasó con Stan la tarde anterior. Aunque fue breve, por eso de la intoxicación. Pero parecía tan emocionado al teléfono...

Esto es mucha presión pensó Tweek sin saber qué responderle a la chica.

-Hey, qué le haces a mi novio -dijo Craig apareciendo de quién sabe dónde.

-Oh, solo estábamos hablando de Stan, no te preocupes.

-¿Y por qué tiembla como jalea?

Pero Tweak negó con la cabeza y abrió mucho los ojos, sin que Wendy lo notara.

-Digo, míralo, muerto de frío y tú lo alejas de su novio -agregó Craig y lo rodeó con un brazo.

Wendy rodó los ojos y solo se despidió con la mano.

-Wendy me dijo algo muy interesante -comentó el rubio, dejando de temblar un poco.

-¿Ah sí?

-Que las parejas de niños no duran.

Craig lo miró sorprendido.

-¿De ella sacaste esa idea de mierda?

El pelinegro asintió con la cabeza, apesadumbrado, pero Tweak no se detuvo.

-¿Sabías que lo leyó en una tonta revista para chicas? Eso es muy gay, Craig.

-Mira quién lo dice.

-Tu novio.

Tweak y Craig se rieron discretamente y se dieron un corto beso en los labios.

Ahora hacían eso con frecuencia y les encantaba.

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