La lista de Hanbin ⵌ HaoBin

Chapter Three.

Número tres: Mi tipo ideal sabe vestirse a la moda.

— No entiendo por qué me necesitas, sabes vestirte bien.

— Pero no como tú, eres una diva total.

— Sí, no lo niego.

— Anda, Taerae.

Aquella tarde del jueves había visitado la casa de uno de sus amigos, Kim Taerae, para que le enseñara a vestirse como un completo galán de las tendencias actuales. Sí bien le gustaba la moda, no era muy fan como su amigo, él era de los mejores vestidos en la universidad, y por supuesto estudiaba para diseño y modelaje.

— ¿Y qué gano yo?

— Convenido. — Murmuró.

— ¿Dijiste algo?

— Que te he convencido.

— Depende de lo que vas a ofrecer.

— Una chamarra de cuero azúl.

— Trato.

A Taerae le encantaba el azúl, eso era un verdadero hecho.

— Aunque no sé exactamente qué hacer contigo.

— ¿Qué quieres decir?

— Déjalo en mis manos, vas a quedar deslumbrante.

Zhang Hao no sabía si se hacía un mal o un bien, ya estaba comenzando a dudar.

Al día siguiente, Hanbin estaba ocupado organizando su casillero, se veía como si un tornado hubiera pasado por ahí y sus libros terminaron con las hojas abiertas y algunos un poco doblados, nada que no se pueda arreglar.

Por alguna razón, sentía que le faltaba algo, pero no estaba seguro de qué era.

Estaba por revisar el bolsillo secreto hasta que escucho los murmullos de las personas rodear todo el pasillo, su curiosidad le ganó demasiado que cerró su casillero y miró en dirección hacia dónde todos miraban.

Oh, vaya.

Ese era... ¿Zhang Hao?

El chico caminaba como todo un modelo famoso, vestido de una chaqueta negra de cuero, una camiseta sin mangas de color verde perico con algunas estrellas como estampado, sus jeans apretados a sus piernas definidas y las botas que parecían usadas por un militar daban el toque, su cabello estaba peinado hacia arriba y llevaba lentes oscuros remplazados por los circulares.

Hanbin estaba pensando seriamente si su amigo se había golpeado la cabeza.

— ¡Hanbin! — Saludó Taerae. — Qué bueno verte, te dejo a tu gran amigo y yo me voy yendo, bye bye. — Se despidió con velocidad.

— ¿Cómo me veo? — Preguntó Hao haciendo una pose con una mano en la cintura.

Hanbin lo miró desde abajo hacia arriba una vez más para asegurarse de su respuesta.

— Te ves... Como si hubieras salido de una revista de portada.

— ¿Y te gusta?

— No.

Zhang Hao estaba cerca de gritar.

— ¿No?

— No es que se te vea mal, Hao. Solo que.. No veo tu verdadero yo.

— ¿Mi verdadero yo?

— Eso mismo, tú tienes tu propia esencia, me gustaba como te veías antes porque eras tú mismo. Todo lo que vistes te queda excelente porque eres muy bonito, eh. Solo digo que no me gusta tanto, pero si a tí te gusta está bien.

De verdad, Zhang Hao iba a gritar.

— Ah.. Gracias, Binnie. Sólo lo hice para probar ésto, Taerae y yo quedamos en hacerlo una vez, mañana regresaré a mi yo real.

— Eso sí que me gusta más.

Hao rió tomando la mano de Hanbin para dirigirse a clases.

No diría que resultó tan bien como lo esperado, pero al menos sabía que a Hanbin le gustaba su yo real.

Y esperaba que eso fuera suficiente.