Que es el amor si no un castillo, un bastión para el alma, el rugió dónde el corazón reposa y el cuerpo se carga de energía, una fortaleza dónde puedes quitar tu armadura y aún así, desnudo y vulnerable sentirte seguro, castillo de amor, de familia y de momentos inolvidables, recuerdos pasados y por vivir aún, fortaleza firme, con muros de robustos ladrillos a base de confianza, sostenido por columnas de apoyo incondicional, calentada por chimeneas de pasión quemante y decorada con detalles de atención y comprensión, hermosa morada y mejor de todos los Castillos, mejor aún que los de los señores feudales, más fuertes de los de Gales, mejor defendidos que los de los Borgia y con más convicción que cualquier fortaleza templaria, castillo tan fuerte como la roca, tan alto como el Olimpo, tan profundo como Atlantis, y tan movil como un rio que fluye, pues tu castillo no radica en Francia, Roma o Rusia, este castillo eres tu, y donde vayamos, estaremos en nuestra fortaleza