Capítulo 10

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Al día siguiente, ni bien salió el sol, mi Tsurak y yo salimos de la aldea para ir a mar abierto en búsqueda de los Tulkún, por suerte, junto el nuevo equipo, encontramos un rastreador, y se lo puse a Luna para poder localizarla en estos días, y cuando termine de hacer el censo, se lo quitaré porque no es justo para ella que la mantenga vigilada las 24 horas del día en el tiempo que no nos vemos. Cuando logré localizarlos, me interné en la manada hasta llegar a donde estaba Luna, le sonreí antes de darle un corto abrazo para luego reunirnos con Roa, quien era una de las nuevas madres, al ver a su cría, no pude evitar sonreír de orgullo dado que esto era algo muy importante para ella.

Con ayuda de Roa y Luna, pude reunir a todas las crías y por suerte no eran tan pocas como creía, y también aumentó considerablemente el número de Tulkúns jóvenes, lo que sí pasaba era que no había muchas Tulkúns embarazadas, creo que tendré que convencer a Txamsanr para volver a la base de las Personas del Cielo para robar un brazalete y hacerles un escaneo a las hembras.

Solo espero que sigan en el área para cuando lo tenga

Estaba terminando de anotar en la tableta las últimas cifras mientras nadaba con Luna, cuando escuché una nave, casi al instante volví al agua para refugiarme debajo de la aleta de mi Hermana Espiritual, quien seguía rozando la superficie, viendo esa nave volando sobre la manada, vi esto con confusión y más cuando se alejó. Salí del agua para caminar sobre el lomo de Luna mientras sacaba los visores y ver alrededor, y cuando pude ver el barco de inmediato entré en pánico y salté al agua para ver a Luna y hablarle.

- ¡Luna! ¡Tienen que irse! ¡Vayan a norte! ¡Huyan! ¡Huyan! – grité desesperada y bramó en señal de alerta por lo que toda la manada comenzó a nadar en dirección opuesta al barco.

Creí que sería una falsa alarma cuando vi que el bote iba lento, pero luego vi varios botes más pequeños y a las naves sobrevolar sobre nosotros. De inmediato la manada comenzó a sumergirse por lo que llamé a mi Tsurak, quien vino pronto y la menté para sumergirnos junto con ellos, pero luego escuché unas explosiones y vi que detonaron explosivos submarinos y al parecer eso aturdió a la manada, porque todos salieron de inmediato a la superficie. Y por lo visto también afectó a mi Tsurak, por medio del vínculo sentí un gran dolor de cabeza y cómo mis oídos parecían querer taparse, pero en cuanto salimos a la superficie y nos mantuvimos al ras, esa sensación comenzó a detenerse poco a poco.

Miré detrás de nosotros y me alarmé al ver los botes meterse entre la manada y sé por los arpones que algunos traen, que no deben tramar nada bueno, cuando quise presionar a mi Tsurak para volver a hundirnos, vi como uno de los botes se acercaban mucho a Roa y a su cría y le hacían algo que parecía lastimarla mucho, tanto que ella empezó a alejarse de la manada y con ella, también se iba su bebé. Cuando mi Tsurak se calmó, se sumergió y empezamos a seguirla, pero cuando estábamos por llegar, vi submarinos acercarse a Roa y ahogué un grito cuando le dispararon una especie de flotadores debajo de las aletas obligándola a mantenerse a flote.

Ya estaba alcanzándola cuando vi algo entrar en el agua para luego dirigirse con fuerza hacia Roa y que esto explotara provocando que chillara de dolor, fue cuando entendí que era un arpón con un explosivo, finalmente llegamos ganando la atención de los submarinos, que al notar nuestra presencia comenzaron a dispararnos, pero supimos esquivarlos sin detenernos, Roa estaba sacudiéndose por el arpón con cable que recibió, es evidente que le duele mucho. Al llegar, salté sobre Roa para aferrarme a su aleta, quise calmarla, pero entonces dio una vuelta a ras del agua lo cual me hizo volar por el aire hasta que mi Tsurak me atrapó y volvimos al agua.

Cuando pude recuperarme de ese golpe, fue cuando noté que Roa no se movía, que estaba totalmente inerte flotando en el agua. Vi esto con horror y más cuando su bebé le daba ligeros golpes sin que mostrara reacción alguna, nos asomamos en la superficie y tuve que reprimir un grito al ver cómo, con unos aparatos tecnológicos con forma de cangrejo, enterraban clavos en su lomo.

Avatar: El Camino del AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora