En el mundo de los fanfics uno puede encontrar cientos de historias parecidas entre si, volviendo cansada la búsqueda de un fanfic original que te llene de emoción e intriga, pero; ¿no son más entretenidos los clichés dónde sabes que pasará? Saber l...
Capitulo dedicado a: kitty_salem y WttsHuo Gracias por ser los primeros en apoyar este pequeño proyecto. Muack. ♡
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Estaba rodeada de muchos niños, algunos lloraban y otros estaban como ella: callados. La rosada solo se resignó a abrazar su mochila con mucho recelo, aunque las mujeres al cuidado de todos ellos parecieran solo civiles no les tenía ni un gramo de confianza, si soltaba su mochila lo más seguro es que revisarían entre sus cosas hasta encontrar su ahora más grande secreto. Respiro. Observo de nuevo a su alrededor, se sentía miserable al ver lo que provocó el exterminio encontrá de su familia, ningún niño merecía estar sin sus papás, incluyéndose a ella. No quería seguir pensando en nada, pero iba a ser muy difícil si al cerrar sus ojos solo veía aquel escenario rojo lleno de crueldad y al abrirlos solo se encontraba con los estragos de aquel acontecimiento.
Algunos niños estaban severamente lastimados pero no les prestaban más que una mínima atención, quería ayudar; pero sabía que si lo hacía rápidamente levantaría sospechas y todo llegaría a su fin, «¿es malo pensar en mí y en mi meta aún no clara en lugar de ser amable y brindar ayuda?» pensó. Nego en sus adentros, ayudar es solo sinónimo de debilidad, porque nadie se detendría para salvarla, aunque ella los hubiera ayudado. Si ayudaba solo terminaría muerta, porque todos ahí buscaban acabarla. Giro su cabeza a la dirección de la puerta, alguien intentaba entrar, se crispó al ver que eran ninjas. Volvió a mirar a su alrededor para encontrar alguna salida de ser necesaria, pero se dió cuenta que todos los niños se tensaron al verlos, algunos más que otros.
—¿Cuántos niños son? —preguntó un señor de cabello rubio amarrado a una coleta.
«Él... Él estuvo ahí» pensó la rosada, haciendo que poco a poco su respiración se volviera errática, completamente atemorizada, en especial al ver que eran ninjas de Konoha.
—En este albergue solo nos podemos quedar con treinta de estos niños, y eso que estamos rebasando nuestro cupo —hablo en voz baja una señora, miro a cada uno de los niños, simulando con sus dedos que los contaba—, haciendo cuentas y quitando a los chicos con los que nos vamos a quedar, serían treinta y nueve; quitando a los díez lesionados.
Sakura empezó a usar su pequeña cabecita, tenía que pensar antes que hiperventilar. Eran demasiados niños, se supone que mataron a todos los miembros de su clan, ¿atacaron zonas donde se resguardaron algunos miembros?, pero no tiene sentido que fueran a amontonar a todos en un mismo lugar. Su clan habitaba en una montaña que se encontraba dividida por las fronteras de dos naciones, Takigakure del País de la Cascada y Otogakure del País de los Campos de Arroz; la extensión de dónde habitaban era realmente ancha tomando en cuenta que la montaña era tan grande que unia a dos zonas; pero su verdadera frontera y la más importante es la nación de fuego, donde está la aldea oculta entre las hojas: Konoha. La suposición más acertada sería: algunos miembros de su clan huyeron, lo que provocó que atacarán zonas pequeñas y causará este caos. Fue una caza, un exterminio injustificado. Estos niños son daños colaterales de los que no se quieren hacer cargo; lo cual causó que atacarán zonas cercanas de la montaña.
