Sueños en Plié

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                                                                                                    7 de junio del 20XX.

                   ¡Hoy fue un día increíble! Por fin tuve mi primera clase de ballet en la Escuela de la Señorita Gardener. Me preparé temprano, casi no pude dormir de la emoción.Alejandro me ayudó a recoger mi cabello en un moño perfecto y me puse mi leotardo nuevo, el negro que tanto me gusta.

                   Al llegar a la escuela, vi un montón de chicas practicando en el salón. Todas se movían con tanta gracia. Sentí un nudo en el estómago, pero también estaba emocionada. La Señorita Gardener nos dio la bienvenida con una sonrisa cálida y empezó la clase. Nos enseñó algunos movimientos básicos y cómo hacer un plié correctamente.

                  Lo mejor de todo fue conocer a las chicas. Hice amigas nuevas como Sofía y  Gisella (Y en verdad  me hara bien el tenerlas, ya que corte amistad con mi mejor amiga por acostarse con mi ex novio), quienes me ayudaron a seguir el ritmo de la clase. Sin embargo, hubo una chica que me llamó mucho la atención: Pavlova. Ella se movía con una perfección casi irreal, cada paso que daba parecía sacado de un cuento de hadas. No hablé con ella hoy porque estaba muy concentrada en sus movimientos, siempre buscando la perfección en todo lo que hacía. Se veía muy seria, pero espero poder conocerla mejor en los próximos días.

             Después de la clase, me sentí tan feliz y llena de energía. Cuando Alejandro vino a buscarme, no pude esperar para contarle todo.

-"¡Alejandro, fue increíble!" - exclamé tan pronto como subí al coche.- y en verdad estaba emocionada como una niña.

- "¿Qué fue lo que más te gustó, Clara?" - me preguntó él, sonriendo mientras empezaba a conducir.

            -"¡Todo! La Señorita Gardener es muy amable y me enseñó cómo hacer un plié. Además, conocí a varias chicas muy simpáticas. Aunque hay una chica, Pavlova, que no habló mucho. Parecía muy concentrada en todo. ¡Se movía como una verdadera bailarina profesional!"

                 Alejandro me escuchaba con atención, asintiendo mientras hablaba. Llegamos a un pequeño delivery de helados y él me dijo:

-"Para celebrar tu primer día, ¿qué te parece si compramos un par de helados?" 

-"¡Sí, por favor!" - respondí emocionada.- mientras lo abrazaba efusivamente y le daba  un beso en la mejilla casi cerca del labio - 

             Entramos al local y elegí mi helado favorito de chocolate con chispas de menta. Alejandro optó por uno de vainilla con caramelo. Nos sentamos en una de las mesas afuera y disfrutamos nuestros helados mientras seguía contándole más detalles sobre mi día. Él me escuchaba pacientemente y me animaba, diciéndome lo orgulloso que estaba de mí.

             Fue un día maravilloso y no puedo esperar para volver a la Escuela de la Señorita Gardener mañana. Espero poder hablar con Pavlova y quizás aprender algo de ella. Este es solo el comienzo de una nueva aventura en el ballet y ya estoy deseando que llegue la próxima clase.

Confesiones de una Hijastra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora