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Louis había tenido únicamente dos novios con los cuales había llegado a tener sexo gracias a la confianza que había tomado con ellos en lo largo de sus relaciones. Existía cierto patrón en ello que Louis no asimilaba tan a menudo.


Y es que Louis se entregaba por cumplir una fase, por llegar a otro nivel.

Tampoco sería mentira decir que la primera vez no lo hizo por amor.


Louis estaba perdidamente enamorado por un tipo que era un año mayor que él, estaba en preparatoria y bueno... Llevaban siendo novios nueve meses y comenzaron las insinuaciones, su novio quería probar algo nuevo, más bien a Louis.

Y Louis... Él quería complacerlo.

Como un niño buscando la aprobación de cualquier persona.


Abriendo las piernas para que un tipo lo tocara y tomara todo de él, uno que no lo quería ni la mitad de lo que él lo hacía.



Después de perder su virginidad, las demás rondas de sexo lo hacía por buscar su propio placer.

Uno que ni siquiera alcanzaba.


Cuando terminó su primera relación creyó que era culpa del chico con el que había estado, tal vez le daba tan mal sexo que no lograba venirse únicamente con las embestidas que le mal ofrecía, así como veía en los videos porno cuando era más adolescente y mucho más hormonal.

Pero su segunda relación llegó y sus expectativas fueron altas. Aquel novio y el último que tuvo fue en universidad, a mitad de su carrera conoció a un chico que estudiaba derecho, era alto, rasgos fuertes, brazos firmes y una voz...

A Louis le causaba tantas cosas su voz.


Estuvo saliendo con él y fueron novios a las pocas citas, era el hombre de ensueño y gracias al cielo era gay, las chicas estaban bastante celosas de la preciosa pareja que Louis y el chico hacían.

Estuvieron juntos seis meses y esta vez Louis creía que ya era momento de aceptar tener relaciones sexuales con aquel muchacho, creía que su relación necesitaba ese paso.


Y ocurrió otra vez.



La primera ocasión, Louis creyó que había sido porque el sexo pasó tranquilo, habían hecho "el amor" o al menos eso creyó al ser un joven empedernido y casado con la idea de que él se entregaba por amor y no por la presión de llegar a aburrir a su pareja.

El chico había terminado antes que él, el tuvo que...

Masturbarse.

Su mano se volvió su fiel amiga durante su relación, aquella fue la más duradera de dos años y en ese tiempo Louis tuvo que mover su mano de arriba a abajo mientras su novio se la metía.

pégame (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora