Donde Louis tiene la paranoia de que está siendo acosado y recurre a un entrenador personal.
O donde Harry accede a ser el entrenador de Louis, curioso de como una cosita tan blanda cree que puede pegarle a alguien.
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Louis ya había estado en dos momentos incómodos y silenciosos de la familia Styles.
La primera había sido con Gemma junto a Harry, el cual gracias al cielo no había durado mucho.
Sin embargo, estando frente a Anne Styles Cox y Alexis Styles, con un Harry a su lado y ojos violentos contra su familia, le hacía saber que ese momento ganaba por mucho al más incómodo que había presenciado.
Sin olvidar mencionar el minucioso, pequeño gran detalle de que los habían atrapado con Harry haciéndole sexo oral en la mesa de la cocina como si fuera su habitación.
Alexis fue el primero en carraspear pasándose la mano por la barbilla donde una barba de días se reflejaba, era un hombre que se cuidaba, él y su estética, el cabello perfectamente recortado y la barba bien delineada lo comprobaba. Anne Styles no borraba su rostro fruncido mirando a su hijo, después de unos segundos la mujer habló.
—Harry, ¿Qué crees que hacías en tu mesa de comedor?
—Estoy lo suficientemente grande como para saber lo que es tener sexo oral, ¿Lo sabes?
Alexis frunció el ceño e hizo una mueca de consternado.—Por favor... No venimos a hablar de como tu hijo hace sexo oral—. Alexis se quejó en dirección a su hermana frunciendo el ceño casi con asco, bueno, había conocido a Harry siendo un bebé y la imagen de éste tomando el miembro de su novio en su boca quemaba a fuego en su imaginación.
—¿A qué vinieron precisamente?.
La voz de Harry rompió el silencio, decir que los quería fuera de su casa era poco.
Los quería fuera de su vida.
Pensó que ya lo tenía listo.
—Soy tu madre... Quería saber cómo estaba mi hijo ya que por si no caes en cuenta, estuvimos preocupados por ti desde el día uno, debo admitir que me sorprende el tiempo que pudiste pasar desapercibido—. Las palabras de Anne solo lograron que un bostezo saliera de los labios del rizado, Louis estaba ciertamente temeroso de todo lo que sucedía.
Él amaba a su madre.
Louis era el pequeño bebé de mami a pesar de ser el mayor de sus hermanos. Él jamás podría hacer lo que Harry hacía.
Ignorar a su familia.
—Cuéntame otro chiste, ese cuento de estar aquí preocupados por mí no me lo creo—. Alexis revoloteó los ojos con una pequeña sonrisa, habían conocido al Harry Styles adolescente y si en esa época había sido una mierdecilla insolente, ahora era insolente y sarcástico.
Nada comparado con el amable, divertido y dulce Harry Styles que Louis había conocido en el gimnasio.
—Harry, tu madre había estado preocupada por ti, te buscamos durante mucho tiempo, no teníamos idea de a dónde habías ido o qué habías hecho, debes saber que es un alivio ver que estás bien, quisimos venir a verte apenas supimos que estabas vivo—. Harry se tragó las palabras al escuchar a su tío, claro, saberlo a base de un investigador espía que tenía exactamente una carpeta repleta de sus datos, horarios y amigos.
