Destino o Casualidad

Mi Estrella Eres Tú

Narra Denna

Decidimos pasar el día juntos en el parque, donde el sonido de los pájaros y el susurro de las hojas nos ofrecían un respiro del mundo. Mientras caminábamos de la mano, la brisa suave acariciaba nuestros rostros, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que podía respirar sin el peso del pasado oprimiéndome.

Denna: (sonriendo) Este lugar siempre me ha dado paz. Me alegra estar aquí contigo.

Alex: (apretando mi mano) A mí también. Es como si el tiempo se detuviera y solo existiéramos nosotros dos.

Nos sentamos en un banco bajo un árbol frondoso, donde la sombra nos envolvía con su frescura. Alex sacó una pequeña caja de su mochila y la abrió, revelando un collar con un colgante en forma de estrella.

Alex: (poniéndome el collar) Quiero que esto te recuerde que siempre hay luz, incluso en los momentos más oscuros. Tú eres mi estrella, Denna.

Las lágrimas llenaron mis ojos, pero esta vez eran de felicidad. Me incliné y lo besé, sintiendo su amor envolviéndome y dándome fuerzas. A partir de ese momento, el parque se convirtió en nuestro refugio, un lugar donde podíamos ser nosotros mismos sin miedo ni dolor.

Narra Alex

Viendo la sonrisa en el rostro de Denna mientras jugaba con el colgante, sentí una inmensa gratitud. Nuestro amor había resistido tantas pruebas y cada día me convencía más de que juntos, podíamos superar cualquier adversidad.

Esa tarde, mientras el sol se ponía, decidimos hacer un picnic. Extendimos una manta en el césped y sacamos nuestra comida. Entre risas y anécdotas, el tiempo pasó volando. Denna se recostó sobre mi pecho, y me quedé acariciando su pelo rubio mientras hablábamos de nuestros sueños y planes para el futuro.

Denna: (susurrando) Quiero que hagamos esto más a menudo. No importa lo que pase, siempre quiero tener estos momentos contigo.

Alex: (besándola en la frente) Prometido. Siempre encontraré la manera de hacerte sonreír.

Nos quedamos allí, disfrutando de la compañía mutua hasta que las estrellas comenzaron a brillar en el cielo. Me di cuenta de que en ese instante, no había lugar en el mundo donde preferiría estar. Con Denna a mi lado, todo era posible.

Narra Denna

Con el tiempo, nuestras vidas comenzaron a llenarse de pequeños momentos de alegría. Desde cenas caseras hasta largas caminatas por el parque, cada día nos fortalecíamos más como pareja. Un día, Alex me sorprendió con una escapada a la playa.

Denna: (con los ojos brillando) ¡Alex, esto es increíble! No puedo creer que lo hayas planeado todo.

Alex: (sonriendo) Sabía que te haría feliz. Te mereces esto y mucho más.

Pasamos el día construyendo castillos de arena, jugando en el agua y caminando por la orilla. Mientras el sol se ponía, nos sentamos a ver el horizonte, envueltos en una manta.

Denna: (mirando el mar) Este es el mejor día que he tenido en mucho tiempo. Gracias por hacerme sentir viva de nuevo.

Alex: (abrazándome) Solo quiero que seas feliz, Denna. Siempre estaré aquí para ti, no importa lo que pase.

Mientras las olas rompían suavemente en la orilla, me di cuenta de que estaba comenzando a sanar. Con Alex a mi lado, el futuro ya no parecía tan aterrador. Por primera vez en mucho tiempo, sentí esperanza y una profunda certeza de que, juntos, podríamos enfrentar cualquier cosa que la vida nos presentara.

Cuando llegaron a casa mientras Denna dormía Alex pensó
en su subconsciente

Narra Alex
Mi vida había cambiado radicalmente a mejor. Ella apareció en el momento indicado a ponerme el mundo patas arriba, pero hizo de mi vida apagada una llena de luz y felicidad. Tenerla dormida a mi lado era una sensación inexplicable, sentía paz y tranquilidad.

Denna: (con voz de dormida) Alex, ¿qué haces despierto aún?

Alex: (con cara de felicidad) Estaba pensando en lo bonito que es tenerte a mi lado.

Denna: Ay Alex, te quiero tanto tanto.

Alex: Yo también te quiero Denna. Te querré siempre.

Denna: (vacilona) Bueno señorito vamos a dormir que mañana hemos quedado con los chicos que hace más de 5 meses que no los vemos.

Alex: ¿Mañana hemos quedado con ellos? Yo no sabía eso.

Denna: Se me olvidó contártelo, pero bueno ya lo sabes. Ahora duérmete "ojos de España"- le dijo riéndose.

Alex: Venga princesita rubia, a dormir.

Nos quedamos profundamente dormidos, pero siempre abrazados.