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Corría por el bosque, descalzo, su ropa estaba sucia al igual que su cabello, tenía golpes en su cuerpo y lágrimas escapaban de sus ojos. Sapnap corría y corría hasta chocar con una mujer hermosa la cual vestía con un vestido que dejaba expuesto mucho de su cuerpo.

Sapnap se disculpo con la mejor, pero antes de que Sapnap pudiera volver a correr la mujer lo detuvo.

—¿Cómo te llamas, querido?—Dijo la mujer con una suave y cálida voz.

Sapnap temblaba mientras veía a la mujer, tenía miedo de decirle que escapo, miedo a que ella lo delatara y lo regresara al infierno del que por fin había logrado escapar.

—N-nick... Pero puede... Puede decirme Sapnap...

—¿Sapnap? ¿Es una clase de apodo?

—Algo así...

—¿De donde vienes? Estas... Muy sucio.

—Y-yo...

—Déjame adivinar, escapaste de tu familia, ¿no es asi?—Dijo la bella mujer con una sonrisa—. Al igual que tu, yo escape también.

—¿E-en serio?

—¡Por supuesto! Mi madre me presionaba y yo... Nunca le agradecí nada de lo que hizo por mi... Pero tu te vez... Horrible querido. Tus padres debieron tratarte horrible.

—Mis padres murieron... Estuve viviendo con mi tía, su esposo alcohólico y sus ocho hijos...

—Oh... Bueno puedo... Ayudarte querido, conozco de un lugar donde puede quedarte y trabajar para mantenerte.

Sapnap sonrió agradecido con la mujer. Ella lo llevó a una gran mansión, una casa gigante. La mujer lo hizo entrar y lo hizo ducharse y le dio algo de ropa.

—¿Cuál es su nombre?—Preguntó Sapnap a la mujer con curiosidad.

—Amelia.—Murmuró la mujer con una cálida sonrisa—. Pero llámame Amy.

Amelia lo llevó hacia un lugar apartado de la mansión donde había una oficina, Amelia tocó la puerta y algunos segundos después se escucho una voz femenina decir "adelante".

Amelia ingreso primero y detrás de ella Sapnap la seguía.

—Jeremy, Olivia.—Dijo Amelia con una sonrisa—. Siento mucho la interrupción pero necesito hablar con usted, Jeremy.

—¿Tiene que ver con ese niño que está detrás de usted?—Dijo Jeremy con seriedad, mirando a Sapnap atentamente.

—Si... Lo encontré cerca del bosque, y bueno, lo traje aquí... Para que usted le diera trabajo.

—¿Un trabajo? ¿A un niño de nueve?—Dijo Jeremy con un tono burlón.

—Doce.—Corrigió Sapnap y al instante las miradas de los presentes se dirigieron a él—. Tengo doce, señor.

—Bueno, la edad que tengas no es suficiente. Amelia, no se puede ver a un simple chico de doce trabajando en un burdel, ¿que pensarán los clientes?

—¿Y que pensarán las autoridades al saber que tiene a niñas de catorce años chupando pollas y acostándose con hombres diferentes cada noche?

Jeremy miro furioso a Amelia y luego suspiro.

—Puede trabajar aquí, pero llega a cometer tres faltas lo hechare a la calle de inmediato.

—Muchas gracias, Jeremy, sabía que no me decepcionarias.—Sonrió Amelia mientras guiaba a Sapnap a otra habitación—. Muy bien, Nick. Tendrás algunas reglas que respetar mientras trabajes aquí, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Creo que ya te diste cuenta que tipo de lugar es este, ¿no? Las mujeres venden su cuerpo a extraños que quieren follar con ellas.

—Si... Lo entendí desde su conversación con el señor Jeremy.

—Necesitamos a alguien que organice las habitaciones después de las sesiones y ese serás tu. Tienes prohibido salir de tu habitación en horario de trabajo de las chicas hasta que se te requiera para acomodar una habitación, y lo sabrás gracias a esto.—Amelia le dio una tableta con un mapa de la casa—. Bien, ¿ves las habitaciones con puntos rojos?

—Si... Las veo, son muchas...

—Eso significa que ahí una de las chicas esta atendiendo un cliente. Ahora, ¿ves las amarillas?—Sapnap asintió—. Esas son las que tendrás que limpiar y las verdes son que están limpias y disponibles, empezarás mañana. Esta tableta sonará cada vez que una habitación se desocupe y tu iras a limpiarla. Se te dará comida, una paga, un lugar donde vivir, ropa y todo lo básico que un chico necesita.

—Muchas gracias, señorita Amy.

[...]

Durante varios meses, Sapnap aprendió a como vivir en aquella casa gigantesca, aprendió a esconderse de los clientes y limpiar todos los restos que los clientes dejaban, no le agradaba la idea de limpiar "esos" fluidos pero al menos le pagaban algo que para Sapnap era más que suficiente.

Una noche, Sapnap escucho fuertes gritos de una de las habitaciones, al inicio creía que era una de las mujeres satisfaciendo a un cliente, ya que siempre escuchaba gritos y gemidos, pero los gritos no cesaban. Sapnap fue a ver viendo a una mujer de cabello negro y ondulado con una mano en su vientre.

—¿¡Que le pasa!?—Grito Sapnap con pánico, sin saber que ocurría.

—¡Estoy por tener a mi bebé! ¡Llama al señor Voss!

Sapnap apresurado fue en busca de Amelia, pero ella estaba haciendo su trabajo, así que fue directamente a la habitación de Jeremy, Sapnap tocó la puerta como loco hasta que Jeremy abrió molesto.

—¡Señor Voss, la señorita Olivia esta teniendo a su bebé!

Jeremy se quedó perplejo y rápidamente subió a la habitación de Olivia, otras mujeres se despertaron por el ruido y la conmoción, todas reuniéndose en la habitación de Olivia.








BY: ANNIE STAR

Lugar Seguro - KARLNAPITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora