15

556 69 72
                                    

Estar con geto lo hacía sentir como un humano.

Probablemente era la única persona que lo trataba de esa manera a pesar de que antes pensaba lo contrario.

Con geto podía reir como lo había soñado ya que la mayoría de personas que se le acercaban eran personas interesadas por su dinero lo cual fue lo contrario de geto. Tal vez eso lo hacía enamorarse más de él.

Podía actuar normal sin que lo criticarán con la pregunta de : "¿Estás seguro? La gente como tú no debería actuar así"

Tal vez era por eso que odiaba cada vez que geto decía o mencionaba esa frase pero jamás lo culpo porque sabía que geto tenía problemas y su odió por las personas de dinero se debía a algo.
Jamas lo juzgaria.

Era como una bendición para él el hecho que geto era un amor fuerte y profundo gracias a un cupido. Era estúpido y sabía que si le contaba a alguien le diría que era un estúpido pero realmente no le importaba.

Jamás había sentido las cosas que sentía con geto y justo cuando geto lo abrazó para dormir y le acarició para hacerle saber que estaba a su lado lo hicieron darse cuenta que a pesar del corto tiempo probablemente lo amaba.

Miro al joven pelinegro y hermoso de su lado temblar un poco de los nervios y apretó su mano para calmarlo pero talvez eso lo empeoró. Se veía lindo.

—tal vez lo nuestro no funcione, ¿que pasá si tú padre no nos acepta? ¿Que pasa si se dan cuenta que no soy lo mejor?

Gojo río y apretó la mano de su novio antes de poner una mano en su mejilla.— él jamás haría eso, no te preocupes — y con burla pellizco su mejilla antes de encaminarlo a la grande mansión de enfrente de ellos sin soltar sus manos.

—¿Que te hace pensar eso?

—él jamás haría lo que le hicieron en el pasado— dijo sin dejar de sonreír lo cual hizo que geto se tranquilizarla por sus palabras sin saber a lo que se refería.

Lo amaba, amaba las ojeras abajo de sus ojos, su piel pálida, su cabello negro y largo, su piel suave y fría ante su tacto cálido, eran un sin fin de cosas que podría enumerar de geto sin importarle las cosas que probablemente repitiera.
Amaba a ese chico.

Cuando entraron a la mansión caminaron por un pasillo largo lleno de cuadros elegantes de arte que geto miraba asombrado y que gojo sonreía enamorado al ver esa expresión de admiración en su rostro y que de ves en cuando geto se tomaba el tiempo de explicarle las técnicas de pintura con cada detalle que solo sorprendían más a gojo de su inteligencia.

Nadie hubiera hecho eso, solo geto, su amado geto era el único que lo trataba así.

Siguieron caminando pero ambos fingieron que no notaban a la pequeña figura de pelo puntiagudo seguirlos en secreto.
Gojo se sentía irritado por su hermano pequeño y geto solo pudo mirar atrás y al chocar miradas con el pequeño, solo le sonrió gentilmente como lo hacía con nanako antes de seguir su camino.

El pequeño megumi se sorprendió y solo se sonrojo al ver al joven que vió. Era realmente bonito y ahora entendía a su hermano mayor.

Gojo llevo a geto a la oficina de su padre y apretó la mano de su novio antes de entrar.

—¡Hola!— le dijo gojo a su padre y a su madrastra y ambos voltearon a verlo con sonrisas en sus rostros.

Geto entendió que la sonrisa cálida de gojo era hereditaria de su padre.
Un hombre alto, de pelo oscuro de piel blanca al lado de una mujer de pelo negro más largo que el de él, ambos con marcas de la vida en su rostro.

CUPID!!! [SATOSUGU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora