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El cuerpo de geto se sentía débil y sin fuerzas para pararse de la cama, era día miércoles y según su báscula pesaba cincuenta y cuatro kilos.
  Se supone que se levantaría temprano para salir a correr y bajar un poco más de calorías pero su cuerpo no podía aguantar nada.

Sus piernas temblaban, su espalda dolía y sus manos tenían calambres ante la falta de hambre.

Geto miro al espejo que estaba a su lado en su repisa y se sorprendió al ver sus ojeras oscuras de nuevo ante la falta de sueño, sus pómulos marcados y labios sin vida y secos.

Se veía mal pero ese tenía que ser su última vez que pasaría por eso, tenía que esforzarse.

Su teléfono sonando repentinamente lo hizo asustarse y que su cuerpo sufriera un escalofrío gracias a sus defensas bajas.
Sonrió débilmente al notar un mensaje de gojo diciendo que probablemente podría llamar hasta la noche porque tenía que ir a unos lugares y hacer sus bitácoras.

Geto no se quejaba, mientras supiera que gojo estaba bien y feliz cumpliendo su sueño él era más que feliz.

Con trabajo se levantó de su cama y con delicadeza y lentitud bajo a la cocina donde escuchaba a su abuela y hermana en la sala.

¡sugu!— hablo su hermana pequeña mientras corría hacia él y le entregaba un ramo de flores — gojo mandó esto.

Ya habían pasado casi dos semanas desde que gojo envío el primer regalo y aún no podía acostumbrarse, era nuevo en todos los aspectos, tal vez porque satoru y él no llevaban saliendo mucho tiempo pero cada muestra y obsequio podía sentir su amor.

gracias iré a ponerlas en agua.

Se encamino hacia la cocina una vez más pero le sorprendió cuando vio entrar a su abuela una vez más.

¿es realmente necesario que hagas esa obra?

abuela... Lo es, es importante para mí, será la última que haga y quiero esforzarme

—¿Porque?

—porque lo necesito.

—tu odias ir allí de igual manera que yo odió que vayas a ese lugar.

—¿Cuál es el punto de esta conversación abuela?— geto hablo sin pensar y dejando a la vista su fácil irritabilidad.

—¿Acaso ya viste tu cuerpo? Entiendo que te dijeran que bajarás de peso pero lo tuyo ya fue obsesión, en una sola semana perdiste el brillo que ese muchacho te había dado, bajaste obsesivamente de peso y eso me preocupa.

Geto se quedó callado con la mirada baja y con una voz baja hablo cansado como si fuera un susurró, como si su voz no tuviera fuerzas:
¿Porque? ¿Porque preocuparse por alguien muerto?

La mayor se quedó callada con sorpresa al ver a geto responder de es manera.
Sabía que era su bipolaridad tomando el control, ser obsesivo, ser impulsivo y no pensar en lo que pensaba pero geto siempre sabía ocultar esos altibajos.

Geto reaccionó un poco y volteo a ver a su abuela sorprendido.
p-perdon...

—esta bien, solo prométeme que cuando estoy acabé volverás a estar bien.

“que idiotez "

—claro... Volveré a estar bien.

 Volveré a estar bien

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CUPID!!! [SATOSUGU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora