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Odiar a todos y recluirse solo por perder un partidos de voleibol era bastante infantil

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Odiar a todos y recluirse solo por perder un partidos de voleibol era bastante infantil. Una estupidez, dijeron.

—Igai, que le hemos dicho de ese cabello— un prefecto la regaño en el pasillo. Más no siguió insistiendo, sabiendo que sus palabras entrarían por un oído y saldrían por el otro.

Igai Sai, una estudiante de primer año. Cabello corto sobre los hombros, ondulado y teñido de naranja. Ojos negros profundos y cautivadores. Algo delgada y de estatura normal.

Caminaba sin ganas hasta su salon. Se sentó sin ganas y dejó su mochila colgada. Sacó su teléfono y pensó en perder un poco el tiempo mientras las clases comenzaban.

No tenía muchos amigos. En realidad, tampoco convivía mucho con su clase.

—buenos días, Kozume— hablo cuando lo vio pasar frente a ella. El joven fue a sentarse a su asiento en la esquina en donde debería haber una ventana, pero se encontraba solo un hueco sin vidrio que dejaba que el fresco aire mañanero entrará libre al aula.

—buenos dias— la saludo en un murmullo. Pero ya era un avance. Medio ciclo escolar y hacia muy poco tiempo comenzó a saludarla de vuelta.

No hablaban entre ellos. Se saludaban y se mantenían conscientes del otro.

Sai sabia que Kenma estaba ahí.

Kenma sania que ella estaba ahí.

—¿esa de ahí es Igai?— los muchachos de segundo murmuraron.

—seeh— las alumnas deportivas la conocían bien, Igai se había paseado por casi todos los clubes deportivos en lo que llevaba de año.

—¿es cierto que fue ella quien rompió la ventana?

—seeh— volvieron a contestar tranquilas. Igai era sinónimo de problemas. A donde fuera el caos la acompañaba.

Gato negro de la mala suerte.

Por eso la sacaban de los clubes.















—¡Kuroo-san!— entro al salón y grito el apellido del carismático chico pelinegro.— por favor salga un momento, quisiera hablar con usted.

—¿conmigo?— se levantó con una enorme sonrisa socarrona, se recargo en el marco de la puerta, inclinándose frente a ella. —¿es acaso que a Igai-chan le gusta su senpai?— achicó los ojos, burlón.

—he venido a preguntarle si aun esta vacante el puesto de manager de su equipo— evito por completo el comentario del pelinegro. —quisiera ser la manager del equipo de Nekoma. Por favor.— lo miro seriamente.

Kuroo Tetsurō estudiante de tercer año. Capitán del equipo de voleibol del Nekoma.

Igai Sai estudiante de segundo año. Gato negro de la mala suerte quería aplicar para el puesto de manager.

Para muchos, la respuesta debía ser NO.

Pero para Kuroo Tetsurō, la respuesta era SI. Completamente si.

—interesante propuesta. —Kuroo se separó del marco de la puerta. Sus ojos divagaban por un rato pensando en la infinidad de increíbles posibilidades con ella en el equipo.— si estas tan interesada ve al gimnasio al final de clases. Si el entrenador decide confiar en ti, entonces está hecho.— le guiñó un ojo y regreso dentro de su aula.

Sai sonrió un poco para si misma. Algo más contenta bajo las escaleras del tercer piso hacia el segundo, camino a su salón y se sentó.

Al mirar a su izquierda, el asiento de la esquina ya estaba ocupado por algún compañero del cual no conocía su nombre, y después, la ventana; se encontraba en perfectas condiciones. Un viejo vidrio que probablemente llevaba ahí desde la construcción del edificio.

Al pasar de curso Igai fue enviada a un curso adeltantado, dejando a Kenma en otro salón. Por lo que ahora a la única persona que le llego a hablar por voluntad propia se había ido.

𝐆𝐚𝐦𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞 ▬▬ 𝐾𝑜𝑧𝑢𝑚𝑒 𝐾𝑒𝑛𝑚𝑎 𝑋 𝐹𝑒𝑚!𝑂𝑐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora