𝐆𝐚𝐦𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞: al inicio era para saciar la curiosidad de ella sobre el chico adicto a los vídeojuegos, pero ahora, no podía sacarlo de su mente. Sai estaba decidida a averiguar cómo ganarle en ese extraño juego que hacía que sus sentimientos nu...
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El día siguiente comenzó normal, su rutina normal, su camino normal a la escuela.
—buenos días, Igai-san — cuando cruzó el portón un grupo de chicos se le acercó.
—buenos días…
—nos conocimos ayer, ¿se acuerda?
—claro, Yaku-senpai— el primero en acercarse habia sido el líbero del equipo. Quien muy amablemente le había presentado a todos los miembros del equipo.
—hoy tendremos un partido de práctica, queríamos avisarle por si al entrenador se le olvidaba, además también le queremos presentar a Lev— un chico alto, muy alto de ojos verdes grandes y pelo gris.
—¡buenos días senpai! Soy Lev Haiba, de primer año— se acercó a ella sonriendo.
—se unió hace muy poco, pero no pudo estar en el entrenamiento de ayer.— Kai le dio una palmada en la espalda a Lev.
—un gusto conocerte, Haiba-san— bajó un poco la cabeza.
—¡estoy muy emocionado! ¡esforcemonos juntos, Igai-senpai!— el muchacho emocionado la abrazo del cuello, casi alzandola del suelo.
—¡Lev! ¡sueltala!—Yaku y Kai rápidamente corrieron a socorrerla.
—¡jajaja! ¿Igai-chan se lleva bien con el equipo? Me alegro— Kuroo apareció, le dio unas palmadas en la espalda al albino, una sonrisa tranquilizadora logró deter momentáneamente el desorden.
—buenos días— Kenma se acercó, saludando mientras seguía teniendo su mirada en su consola.
—buenos días…—Sai respondió intentando recuperar su aliento después de tan acalorado saludo que el mas alto le había dado.
—amm, bueno… Igai-senpai, todos estamos contentos por su ingreso como manager… aunque aun sea de prueba— Inouka, un chico de primer año, un chico de personalidad brillante y quien solía tener un aura positiva.
—gracias por tus palabras, Inouka-san— Sai sonrió contenta. Habia dudado mucho en al menos intentar ser la manager del equipo. Pero que todos fueran tan amables la ponía muy contenta, le estaba dando seguridad.
—¡bueno todos a clases! ¡andando!— Kuroo aplaudió, comenzando a empujar a todos para que comenzarán a entrar al edificio.
Los primeros en irse fueron Teshiro (con quien casi no había hablado) Shibayama, (quien había sido bastante elocuente ) arrastrando a Lev (quien aparentemente había fichado a Sai como su nueva mejor amiga).
—los de primero son tan excéntricos — Yaku negó con la cabeza, cruzado de hombros mientras subían las escaleras hasta el segundo piso.
—¡te escuchas como un anciano!— Kuroo se burlo antes de comenzar a subir las escaleras al tercer piso con rapidez.
—¡aaagh! ¡Kuroo!— Yaku corrió detrás suyo.
—lo siento chicos, tengan un buen dia— Kai se disculpó por la actitud de sus amigos antes de subir las escaleras.
Así solo quedaron los de segundo año; Fukunaga y Kenma quienes eran bastantes callados, Taketora quien era increíblemente efusivo, pero estúpidamente tímido con chicas a su alrededor. Y sai, una chica.
—bueno…— Sai intentó hacerles platica. Pero viendo el ambiente y siendo ella algo antisocial no pudo hacer mucho.
—Igai esta en cursos avanzados, ¿no?— Kenma aun metido en su consola hablo. Eso definitivamente sorprendió a sus dos compañeros.
—ah, si…
—nos queda de pasada—habló mientras comenzaba a caminar.
Los otros tres lo siguieron.
—¿Igai-san está en cursos avanzados?
—ajam…— Sai se sentía algo tímida. Eran una bola de antisociales (sin contar a Taketora) que necesitaban un empujón para acerce amigos.
—¡wauw! Igai-san podría pasarnos sus apuntes— increíblemente Fukunaga estaba tomando una gran iniciativa. Fukunaga que solía quedarse sus pensamientos divertidos para si mismo estaba hablando tan fluido.
Pareciera como si se hubiera sentido valiente luego de la convivencia de Kenma.
El único que no parecía querer hablar era Taketora. Caminaba detrás de ellos, mirando para todas partes, nervioso. Era un idiota. Un adolescente tímido con las chicas.
—nos veremos luego de clases entonces, adios— Sai se despidió con una suave sonrisa. Más tranquila después de que el ambiente se hubiera hecho más ameno gracias a los chistes de Fukunaga.
—nos vemos— Kenma la miró por primera vez, moviendo su mano antes de comenzar a caminar.
—n-nos… v-e-vemos— Taketora camino rápidamente atrás de Kenma.
—Adiós Igai, nos vemos— Fukunaga rápidamente se despidió para ir detrás de sus amigos.
Sai fue a sentarse, no miró el asiento a un lado suyo, el de la esquina; no lo hizo por que ya no tenía caso. Ya tenía de nuevo alguien con quien hablar.
Y gracias al verano que pronto llegaría, los abanicos del aula movían su cabello. Justo como en aquellos tiempos, pero sin la necesidad de un hoyo en la ventana.
