In other lives. [Sukufushi]

Dentro de mi mente y corazón.

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Capitulo 2:

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No se por que esto ocurrió.

Realmente la esencia de recordarlo me parece sumamente irreal.

Aún escucho mi corazón romperse cual pedazo de cristal.

Aunque nunca pedi volver a verte

Ahora me niego a dejarte ir otra vez.

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Lo recuerdo como si fuera ayer.

Megumi Fushiguro era un doncel de la alta sociedad, el niño producto de una unión entre dos clanes muy importante, tales como el Clan Gojo y el Clan Ze'nin. Los clanes más meticulosos y salvajes del mundo.

Ryōmen Sukuna era el único de su clan. No era como si realmente le importara lo que ocurriera en los clanes vecinos, había pasado mucho tiempo aislado de su alrededor. Estudiando la hechiceria. Como una de las cosas más importantes para el. Y en dicho caso. La única cosa importante.

Cuando seguía siendo un humano. Practicaba muchos estilos de magia. Tratando en lo posible de tener todo el conocimiento sobre el tema. Y aunque los otros clanes nunca se metían con el. Algo muy extraño estaba apunto de pasar.

—Su majestad, alguien quiere hablar con usted.

Sukuna alzó una ceja. Su fiel sirviente le mirada desde abajo, con confusion, levantó los ojos color carmesí hacia los gritos y golpes de la puerta.

Sukuna definitivamente odiaba el ruido.

¿Quien mierda hacia tanto escándalo?

La puerta se abrió con fuerza. Ambas personas que cuidaban la puerta suspiraron agotadas. Y se reverenciaron ante el peli-rosa, el pequeño intruso se sacudió y le miró sin ningún tipo de temor.

Eso es nuevo.

—¿Y tu quien eres eres. Mocoso?

Este pareció temblar. Pero no dejo de verlo. Afilo sus ojos y se cruzó de brazos.

—Debo hablar con usted.

Respetuoso y rebelde. Una combinación peligrosa.

—Tienes 5 minutos.

—A solas.

—¿Disculpa?

Señaló con algo de pena a Uraume. Casi como si no estuviese acostumbrado a hacerlo. El monje no se movió hasta recibir la orden de su señor.

—Dejenos solos.

Uraume hizo una reverencia y se levantó para irse. Pasando al lado del peli-negro y arrastrando a los sirvientes por la puerta.

Esta misma se cerró.

—Rapido. No tengo todo el día.

—Eres Ryōmen Sukuna. ¿No es verdad?

—Aja.

Era un omega. No se había dado cuenta. Su apariencia femenina de forma ligera sin duda lo hubiese delatado. Pero se ve muy fuerte mentalmente, aunque, tal vez físicamente también.

—10 sombras. Wow. Estoy sorprendido.

—¿Como sabes mi técnica?

El mayor suspiro aburrido mientras bajaba del trono. Megumi retrocedió lentamente.