Flashback
POV AGOSTINA
Hace un par de años, trabajé y participé muy activamente en una operación encubierta destinada a desmantelar una red de tráfico de drogas en la ciudad. La operación, denominada "Operación Némesis", era la más grande y peligrosa de la que había participado hasta entonces.
El objetivo era atrapar a Santiago "El Águila" Herrera, un infame capo de la droga conocido por su astucia y crueldad. La operación requería un gran sigilo y coordinación, cada movimiento estaba meticulosamente calculado. Mi misión era pasar desapercibida y así infiltrarme en la organización de Herrera.
Después de meses de arduo trabajo e investigación, y de haberme ganado la confianza del cartel, encontré la posibilidad de dar un golpe decisivo. Herrera realizaría una importante transacción en un almacén abandonado a las afueras de la ciudad. Informé de ésto al Comisario Fernández, la ubicación y el tiempo de la transacción. Su orden fue muy clara: "Espera refuerzos, no actúes por tu cuenta, no podemos arriesgarnos a perder ésta oportunidad".
Al acercarse la hora de la transacción, me di cuenta que algo andaba mal, había movimientos extraños alrededor del almacén y comencé a sospechar que ésta operación era una emboscada. Conociendo el peligro de retrasar la intervención, decidí actuar de inmediato. Me acerqué al almacén e ingresé, convencida de que si no lo hacía, Herrera escaparía una vez más. Tuve cuidado, observé los movimientos desde las sombras. Cuando ví que los hombres de Santiago comenzaron a descargar la mercancía, intervine.
Una fuerte explosión resonó en el almacén, y se desató el caos. Efectivamente era una trampa. Herrera había descubierto que estaba infiltrada y preparó una emboscada. Con total confusión, quedé en medio de un tiroteo, tratando de salvar mi vida y la de otros oficiales. En la huída, uno de los secuaces del Águila me asestó un golpe de puño en la cara, lo que me dejó una cicatriz cerca del labio.
El equipo de refuerzos llegó rápidamente, todo era un desastre, la resistencia era feroz. Y yo, herida pero decidida, logré atrapar a uno de los lugartenientes de Herrera, de quién saque información crucial, pero el precio fue demasiado alto. Varios oficiales resultaron heridos y uno de ellos muerto, a saber Felipe Maidana.
Lo que siguió después fueron las obvias consecuencias de mis actos. Fernández me llamó a su oficina, estaba realmente afectado, no solo por la pérdida de uno de sus hombres sino también por mi desobediencia.
-¿Qué diablos estabas pensando, Agostina?- gritó, lleno de dolor y frustración- Te dije que esperaras refuerzos.
Mi mente estaba agotada y agobiada, llena de remordimientos y dolor.
-Lo siento, señor- me disculpé con un hilo de voz temblorosa- pensé que era lo correcto.
El comisario no solo estaba enfadado, sus sentimientos se mezclaban con una cuota de decepción.
-Eres, quizá, una de mis mejores oficinales. Pero debes entender que ésto no es un juego, hay vidas en riesgo.
El incidente dejó una cicatriz en mí, una física que al verla me recordaba que era culpable por las heridas de mis compañeros y la perdida de un oficial. Felipe Maidana había muerto de la misma manera que mi padre lo había hecho en cumplimiento del deber. Y además, la confianza que Fernández tenía en mi se había quebrado en pedazos. Pasé meses en terapia, y me prometí no volver a poner en riesgo la vida de otros por culpa de mis impulsos.
Tiempo Presente
POV AGOSTINA
Debía comenzar a investigar los negocios y proyectos de Montenegro, y pensé que Romina podría ayudarme con algunos datos al respecto.
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Sombras del pasado (Agosmina)
Lãng mạnAgostina, una policía e investigadora, y Romina, una arquitecta con trayectoria, cruzan sus vidas a través de un crimen que las involucra.