DRACO MALFOY.
Después de salir del sauce boxeador me dirigí corriendo a la entrada, merlín estaba hecho un desastre todo lleno de tierra y mi uniforme desordenado, estaba tan distraído que no note cuando alguien se cruzo en mi camino y choque con la persona.
- Perdón. - dije me levante rápido y tome la mano de la persona y la ayude a levantar sin prestar atención de quien era, recogí mis cosas.
- Fue un accidente. - Dijo Granger.
Levante la mirada para tomarme con el trio de oro mirandome intensamente, un estornudos de mi parte los hizo dar un salto del susto.
- Perdón, la tierra me da alergia. - alegue.
Por juntar mis cosas no mire la cara de incredulidad de los tres al disculparme.
- Señor Malfoy. - hablo Snape a mis espaldas di un salto del susto.
- Si profesor. - pregunté.
Mire cómo me miraba enojado, me miró y luego miró al trío de oro.
- Acompáñame. - dijo.
Lo seguí rápidamente hasta su despacho.
- Toma asiento. - Dijo.
- ¿Que pasa padrino? - susurré.
Sentía un nudo en mi garganta, mis ojos se humedecieron, mi padrino fue la única persona que me entendía y la única persona que en realidad me quería, verlo de nuevo fue un golpe muy duro, agaché mi cabeza tratando de esconder las lágrimas que escaparon de mis ojos.
- Draco, ¿estas bien? - dijo mi padrino preocupado.
- Padrino, ¿crees que soy mala persona? - dije
- Claro que no. - Dijo.
Se acerco rápido a mi y me abrazo, deje salir mis lágrimas al fin podía llorar sin recibir insultos.
- No quiero ser cómo el, no quiero ser cómo Lucius. - susurré.
- Draco, nunca serás cómo el. - aseguró.
Guarde silencio, pensé rápidamente tenía un plan, mi padrino me ayudaría sin tener que revelar que venia del futuro.
- Escuche a mi padre y el señor tenebroso hablando de algo sobre inmortalidad y Horrocrux. - dije tratando de sonar inocente.
- Que... ¿que más dijeron? - dijo interesado.
Si mi plan funciona mataría a dos pájaros de un tiro.
- Dijo que eran siete, los nombró a todos y otra cosa cómo entar en la mente de Potter y engañarlo. - Dijo inocente.
- ¿Siete, recuerdas que objetos eran? - dijo desesperado.
- Si, padrino. - dije.
- ¿Cuáles eran? - dijo rápido.
- No puedo decir cuales, pero tengo dos de ellos, ¿padrino que es un Horrocrux? - pregunté curioso, claro que sabía que eran.
- ¿Donde los tienes? - pregunto.
- Los guarde bien. - dije.
- ¿Draco, podrías entregarmelos? - pregunto desesperado.
- ¿Por qué?, espera. - dije dramáticamente.
Di un salto y saque mi varita y apunte con ella a mi padrino, fingí estar asustado.
- Draco, baja la varita. - Dijo alzando las manos en son de paz.
- Se los entregaras al señor tenebroso, ¿me entregaras por ser un traidor? - - Dijo asustado.
- No, draco. - Dijo
- No se porque te platiqué esto me entregaras. - - dije llorando, joder que buen actor soy.
- Draco, tranquilo. - dijo.
- Ellos me mataran por saber todo esto, soy un tonto. - dije dramáticamente.
- Vamos hablar con el director. - Dijo
- Que... no, no. - dije
- Draco, te ayudaremos confía en mi. - suplicó preocupado.
- Mis padres me mataran por traidor, pero yo no quiero ser cómo ellos, por favor no me entregues. - dije suplicando.
- Draco, confía en mi. - Dijo.
Permiti que se acerque y me quite la varita después me abrazo, mi corazón se estrujo de tristeza por no tener a Severus en mi futuro, trataría de hacer cualquier cosa para salvarlo y quedarme con el.
- No quiero volver a casa. - susurré.
- Encontraré la manera de ponerte a salvo. - prometió.
- Gracias. - susurré.
- Draco, necesito que confies en mi, tienes que contarle a la orden lo que escuchaste. - Dijo tomando mis hombros.
- Pero ellos no confían en mi. - susurré.
- Draco, te prometo que todo estará bien. - Dijo.
- Si me prometes que no volveré a casa yo te prometo que diré todo lo que se a la orden. - dije.
- Bien. - Dijo
Después de una larga charla me despedí y salí de ahí, mi padrino hablaría con Dumbledore y luego me diría que haríamos, Camine tranquilo al gran comedor...

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Segunda Oportunidad
FanfictionDraco Malfoy se encuentra desesperado por obtener tranquilidad en su vida, cuando recibió la maldición asesina voluntariamente pensó que por fin tendría la paz que tanto deseo, pero la magia decidio darle una segunda oportunidad para remediar sus ma...