Orden Del Fénix.

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DRACO MALFOY.

Desperté temprano y hice mis deberes rápido pues ya sabía todo esto, baje a desayunar me sente solo la mayoría de Slytherin me miraba mal pero los ignoré, me dirigí a mi primer clase.

- Malfoy. - Dijo Potter sentándose a mi lado.

- Potter. - susurré sin ganas de pelear.

Al parecer la obsesión de Potter empezaría este año y no en sexto.

- ¿Que planeas? - dijo, aquí vamos de nuevo.

- ¿De que hablas? - susurré.

- Actúas diferente. - dijo

- No te entiendo. - respondí.

- Vamos Malfoy, no insultas a nadie, peleas con tus amigos, pareces en otro planeta y desapareces demasiado. - Dijo.

- Mierda Potter, eres un maldito acosador. - susurré.

- ¿Que planeas? - volvio a preguntar.

- Nada que te incumba.- dije.

- Lo descubriré. - advirtió.

No contesta y preste atención a la clase, sentía la mirada de Potter en mi, traté de mirar a otro lado y me encuentro con la mirada de theo nos miramos por unos segundos se que theo esta perdidamente enamorado de mi desde tercero y el maldito hizo hasta lo imposible para que mis padres hicieran un contrato de matrimonio pero al muy maldito se le echo a perder el plan cuando el señor tenebroso fue derrotado empezando la huida, si no hubiera muerto de seguro estaría unido a él, prefería mil veces la muerte a estar con el bastardo de theo.

- Malfoy, deja de mirar a nott. - escuche a Potter.

Aparte la mirada rápido poniendo atención de nuevo a la clase.
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Después de terminar las clases fui a la biblioteca y empecé mi búsqueda de nuevo, no me di cuenta cuando la hora de la cena llegó.

- Malfoy, ¿porque no fuiste a cenar? - escuche la voz de Potter.

- No me di cuenta de la hora. - susurré.

- ¿Que investigas? - dijo mirando los libros.

- Cómo matar a un cuatro ojos cara rajada. - dije.

- Suerte con eso. - Dijo.

Levante la vista del libro y lo mire a los ojos, suspire fastidiado.

- Jodete. - dije.

Tomé mis cosas y salí de la biblioteca, fui a mi habitación y descanse un poco a las 8:50 salí de la sala común y me dirigí a la oficina de Dumbledore, escuché muchas personas hablar, toque la puerta.

- Adelante. - Dijo Dumbledore.

Entre y pude ver la cara de sorpresa de todos los miembros de la Orden al verme entrar.

- Señor Malfoy, justo a tiempo. - Dijo el viejo.

- ¿Que hace aquí, Malfoy? - pregunto Ron.

- El es el elemento sorpresa. - Dijo Dumbledore.

- ¿Esto es una broma? - pregunto Potter.

- Tomemos asiento por favor. - Dijo Dumbledore.

Todos con duda y malas miradas dirigidas a mi tomaron asiento.

- Draco, siéntate. - Dijo mi padrino.

Camine dudoso y me sente a su lado, lo mire unos segundos.

- Draco, podrías platicarnos sobre lo que escuchaste hablar aquella noche a tu padre y el señor tenebroso- Dijo mi padrino.

Mire a todos, ellos me miraban con duda y curiosidad.

- Señor malfoy, tiene mi palabra de que no volver a malfoy menor, Severus y yo estamos buscando una solución. - Dijo Dumbledore al ver duda en mi rostro.

-Draco, por favor. - Dijo mi padrino suplicante.

- Si... una noche antes de volver a hogwarts, por accidente eschuche una conversación entre mi padre y el señor tenebroso. - comenté.

- Continúa. - Dijo Severus.

- Ellos hablaron sobre engañar a Potter, entrar en su mente y poner imágenes falsas para una trampa o algo así. - dije.

- Continúe señor Malfoy. - Dijo Dumbledore.

Todos me ponía atenta atención, idiotas.

- También hablaron sobre Horrocrux. - dije inocente.

Mire cómo la mayoría de los mayores palidicieron.

- Continúa draco. - Dijo mi padrino desesperado.

- Siete, dijo que eran siete Horrocrux. - Dije.

- ¿Recuerdas cuales son? - pregunto ojo loco.

- Si, tengo dos de ellos en mi poder. - admiti.

- Podrías nombrarlos. - pregunto Dumbledore.

- Si, el Diario de Tom Ryddle, un anillo, El guardapelos de Salazar Slytherin, la copa de Hufflepuff, la diadema de Ravenclaw y la serpiente. - dije.

Esperaba no verme tan obvio con tanta información, pero parecía que nadie lo noto.

- Son seis, falta uno. - Dijo mi padrino.

Todos me miraron, esperando respuesta.

- Si, pero no lo diré. - dije

- ¿Porque? - pregunto Potter.

Porque eres tu Idiota pensé.

- Me estoy encargando de el. - admiti.

- Señor Malfoy, hable ahora. - Dijo Dumbledore.

- Es una persona. - susurré.

- ¿Quien? - dijo Severus.

- No diré su nombre. - dije.

- Lo hablaremos en privado. - Dijo Severus.

Mi padrino miró a todos para tranquilizarlos.

- Bien con la ifo... - Dijo Dumbledore, pero no lo deje terminar.

- Falta algo más. - susurré.

Todos me miraron con atención, todo lo que estaba diciendo era fundamental para ganar la guerra y ellos lo sabían.

- Si Malfoy. - Dijo Dumbledore con atención.

- Atacarán Azkaban, los liberaran a los mortífagos. - susurré.

- ¿Cuándo?. - grito ojo loco.

- Muy pronto, los dementores los ayudarán. - dije

Todos empezaron a moverse y hacer planes, yo draco malfoy les entregue la victoria en sus manos dos años antes que el futuro.

- Draco, necesito que me digas los nombres de los traidores en el Ministerio. - llamó remus con confianza.

- El 80% está del lado oscuro hasta el propio ministro. - dije.

Todos me miraron con horror y incredulidad.

- Bien, el plan es el siguiente. - empezó hablar ojo loco.

Todos estaban en sus propias misiones yo solo miraba, esta ves lucharía en el bando correcto...

Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora