Maldición.

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DRACO SNAPE.

Desperte al sentir besos en mi cara, abrí mis ojos para toparme con unos hermosos ojos esmeraldas mirandome con intensidad, sonreí tontamente.

- Buenos dias, dragón. - Dijo feliz.

- Buenos dias. - dije con un bostezo.

- ¿Cómo te sientes? - pregunto.

- Bien, con un poco de dolor, pero bien. - dije.

- ¿Quieres algo? - pregunto.

- No, pero será mejor que regreses a tu habitación antes de que mi padrino te atrape aquí. - dije sonriendo.

- 5 minutos más. - se quejo.

- No, tengo que hablar de algo con mi padrino así que adiós. - dije burlón.

- ¿De que hablaran? - pregunto.

- Que chismoso. - me burle.

- Bien, pero volveré esta noche. - Dijo con un puchero.

- Bien. - dije con una sonrisa.

Después de unos cuantos besos mire cómo se ponía la capa y salía con algo de incomodidad me levante y me di un baño, con un suspiro salí de mi habitación listo para un reproche, me dirigí a la habitación de mi padrino y toque.

- Draco. - dijo mi padrino abriendo la puerta.

- Hola. - salude.

Mi padrino se hizo a un lado, para dejarme pasar, me sente en una silla y lo mire.

- ¿Que pasa? - pregunto.

- Bueno... yo... yo quería... bueno. - dije torpemente.

- Habla bien, no te entiendo. - se quejo.

- Yo quería saber si tenias una poción. - susurré.

- ¿Te duele algo? - pregunto preocupado.

- Emm no. - susurré.

- Entonces - pregunto confundido

- Quiero una poción anticonceptiva. - susurré.

Mire la sorpresa y luego el enojo en mi padrino.

- MALDITO POTTER. - grito enojado.

Se levanto para salir, pero lo detuve.

- Espera, por favor. - supliqué.

- Draco, por qué quieres una poción, ¿estas seguro de que eras un mago fértil? - pregunto, con duda.

- Si, estoy seguro. - Dije.

- Quiero explicaciónes, espera un momento. - Dijo.

Lo mire buscar algo en su maletín hasta que saco una poción púrpura y me la entrego rápido la tomé, suspire de alivio, nada de bebé por ahora.

- Bien. - pregunto.

- Pues... emmm Harry y yo, pues hicimos ya sabes anoche. - susurré avergonzado.

- Tendré una buena platica con Potter. - Dijo enojado.

- Padrino podrías darme más poción de esta. - pregunté mostrando el frasco.

- Draco, por merlín malditos calenturientos.- Dijo incómodo.

- Que, más vale prevenir. - susurré rojo de la vergüenza.

Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora