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Todo estaba completamente oscuro y solitario , dirán "El espacio es así, ¿no?" Si, así es, pero la diferencia es que no había ni una sola estrella, ningún cuerpo celeste o siquiera un planeta.

-¿Donde... Donde estoy?

Miraba a su alrededor buscando aunque sea la más mínima gota de luz como persona enamora buscando en el corazón duro de su amado.

-Sabes donde estamos, no te hagas el tonto.

¿Saber dónde se encontraba? Enserio. A todo esto, ¿el quien es? Oh, es el mismo del otra vez.

-Bien, estamos en Paix¹.

Oh, estaban en Lieu de Paix, no me sorprende. Casi todo el mundo va allí.

-¿Que es eso de Pax?

Nunca había escuchado de el, amenos que...

-Paix, pronuncia bien, pareces un niño.

Corrigió al planeta menor.

-Calmate, le asustaras.

Carraspeo, le dio un zape a aquel desconocido y proseguio dictando.

-Lamento eso, Madre Tierra, pero el es así.

¿El? ¿Madre Tierra? ¿A que se referian con eso? No lo sabía y tampoco sentía la necesidad saberlo, lo unico que quería era largarse de aquel desconocido lugar.

-¡Quienes son ustedes!

Grito con desespero, para luego comenzar a reír, tremendo lunático.

-Ahh, no lo entenderías, pero lo único que tiene que hacer es despertar.

No entendía nada, ¿despertar?, ya estaba despierto ¿no?

-Despierta.

Despierta.

Todos le repetían lo mismo, algunos se les veía distorsionados y a otros borrosos, no entendía nada hasta que....

Despertó.

-¡AH!

Que sueño más raro, podría jurar que hiba a morir allí mismo.

-¡Gea! Despertaste.

Corrió a abrazarlo, le preocupaba su amado y demasiado, después de ver todo lo que ha sufrido ahora.... Y antes.

No podía permitirse el que vuelvan a dañarlo.

El principio del fin se acercaba.

-¿Donde estoy?

Estaba confundido, primero la grieta y ahora ¿ese lugar? Necesitaba aclarar sus ideas.

-Tranquilo, estas a salvó de esos bastardos.

Los odiaba con todo su ser, jugaría que los haría trizas a esos idiotas que se atrevieron hacerle mal a su querido.

No dijo nada, lo abrazo aún más fuerte, aferrandose a el como si se fuera y lo abandonará. Lágrimeo un poco para después llorar aún más.

Odiaba todo, los odiaba a ellos, odiaba su vida, odiaba a esos planetas, odiaba a su padre, pero sobre todo se odiaba a si mismo.

Ahí se quedaron, en la misma posición, no querían separarce, se sentían seguros el uno con el otro, se querían.

¡𝘛𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘰𝘥𝘪𝘢𝘯 𝘢 𝘛𝘪𝘦𝘳𝘳𝘢! [SB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora