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Se estaba despertando, ¿que había ocurrido? Se había quedado dormido de tanto llorar, sintió la presencia de alguien, dirigió su mirada a alguno asteroides pero no vio nada hasta que por fin pudo ver algo, una pequeña Luna lo observaba o era algo así.

-¡Hey! Hola.. ¿Quien eres?

Se asustó un poco, miro detenidamente a aquella figura. Ya lo habían descubierto y no tenía de otra.

-Hola Tierra, ¿Como estas?

Aquel pequeño cuerpo celeste salió de su escondite y encaró a aquel planeta.

-¡Pluton! ¿Como estas?

Pregunto alegre, y un poco confundido, ¿que hacia pluton allí?
No lo sabía, ni siquiera el pequeño planeta.

-Estoy bien Tierra, pero estas en peligro ¡Tienes que venir conmigo!

¿Peligro? No entendía nada.

-Espera, ¿como que en peligro?

¿No lo sabía? Y ese tono de voz que usaba, uno calmado y sereno, no parecía en pánico. Que extraño.

-¡Tierra! Tenemos que irnos, tus terribolas están en peligro.

Observó a aquel cuerpo celeste, estaba sereno, su rostro había cambiado de uno tranquilo a uno serio, aparte de una sonrisa ladina, la cual no parecía tener ningún dato de gracia en ella.

-¿Mis Terribolas? Jaja.. No te preocupes por esas pulgas. Ya están muertas.

Lo observo, se quedó estático ¿Muertas? ¿Pulgas? ¿Que le pasaba a la Tierra? Esta no era la que conoció.

-¿Muertas...?

Pregunto, no, no podían estar muertos, si ellos lo estaban la misma Tierra también. No podía permitirse eso.

Años que conocía a la Tierra, años que no sirvieron de nada.

-Si, muertas. Desde que Luna me dejó mi superficies entró en la locura. Ella controlaba mi eje. Aparte de que casi me intento lazar al Sol, así que más problemas para ellos y después ¡pum! Se terminaron extinguiendo.

Hizo énfasis en la palabra "¡pum!" parecía un niño chiquito mientras explicaba, su mirada no transmitia nada, no decía nada, no había emoción alguna. Había perdido su brillo, todo lo que había construido, todo para que en un abrir y cerrar de ojos se esfumara.

-¿Que...? No, no, no. Tierra, por favor dime que tu estas bien, por favor.

¿Bien? Literalmente había sufrido en toda su vida. Lo maltrataban por no tener vida, cuando por fin la había conseguido le decían presumido, se volvió inseguro por eso, trataba de auto alagarse a si mismo, pero fue en vano, recibió maltratos por casi todo el sistema solar, hasta que pasó lo peor. Abusaron de el, abusaron de su físico abusaron de su mente, abusaron de su inocencia, lo habían hecho sufrir, lo habían hecho pedazos, lo habían hecho llorar, lo había hecho desear morir.

-Estoy bien.

No, no lo estaba, se mentía a si mismo cada día, siempre con la misma mentira ¿a quien engañaba? Nadie se preocupaba por el. Y si fuera así sería por lastima, por odio, por verlo sufrir de nuevo.

-No, no lo estas.

Era cierto, pero quería negarlo.

Que terco.

No necesitaba ayuda, estaba bien solo.

-Si, si lo estoy.

De nuevo la burra al trigo. No, no estaba para nada bien, se sentía mareado, sentía asco de si mismo por dejar que manipularan su cuerpo, por dejar que el amor lo cegara cuando nada estaba bien.

¡𝘛𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘰𝘥𝘪𝘢𝘯 𝘢 𝘛𝘪𝘦𝘳𝘳𝘢! [SB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora