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Sabía el secreto de los Cullen.
La pelirroja salió del aula de matemáticas a toda prisa en busca de Ares, su hermano mayor. El tirante de la mochila se le resbalaba por el hombro en el momento en que corría por los pasillos en busca de aquel chico alto de cabello rizado color zanahoria.
─ ¡Ares! ¡¿Donde te metiste!? ─ La mujer incluso se adentro en el sanitario de hombres que por suerte no había nadie dentro. Al salir al estacionamiento pudo visualizarlo recargado en su motocicleta fumando un cigarrillo como si nada, sin preocupaciones.
─ ¡Ares enciende la motocicleta! ─ El mayor no puedo distinguir lo que la chica estaba gritando gracias ala considerable distancia ala que se encontraban.
─ ¡¿Qué?! ¿Que te duele la cabeza? ─ Florence rodó los ojos al notar la idiotez que su hermano poseía en una situación de vida o muerte.
─ ¡Que enciendas la maldita motocicleta! ─ corrió hacia el haciéndole señas con las manos para darle a entender más rápido la indicación, que por suerte pudo captar.
El chico se monto en la motocicleta esperando a que su hermana llegara asta el lugar donde se encontraba para encenderla, ella se subio detrás de el intentado recuperar el aliento después de haber corrido lo que correría en un año completo.
─ ¿Qué diablos ocurre? ─ Pregunto manteniéndose parado en el estacionamiento sin avanzar.
─ ¡Solo conduce! ─ Se sujeto de la cintura diminuta del pelirrojo al sentir la velocidad con la que avanzaban por las calles de la pequeña cuidad.
─ ¿Ahora vas a decirme?.
─ ¡Yo lo descubrí Ares! ¡Fui yo! ─ Celebro levantando las manos victoriosa.
─ ¿Qué descubriste? ─ volvio a preguntar ahora confundido.
─ Resulta que...
El sonido de un motor alerto a los hermanos, era Emmett Cullen conduciendo su imponente camioneta último modelo, pero, eso no era todo, Edward y la mujer rubia corrían por el lado izquierdo de la carretera mostrando su verdadera naturaleza.
─ ¡¿En qué demonios te metiste?! ─ Grito al notar la presencia de los otros integrantes de la familia sobre la banda derecha. Era Alice junto a su novio Jack ─ ¡¿como corren tan rápido?!
─ ¡Son Vampiros! ─ Grito en su oido provocando que soltará el manubrio por unos segundos.
─ ¡¿Acaso quieres matarnos!? ─ Golpeó el hombro de Ares con poca fuerza ─ Si no morimos por un choque seremos el bocadillo de ellos ─ Señalo el Jeep.
