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Acurrucada bajo las sabanas de mi cama me encontraba leyendo un libro, las gotas de lluvia impactando contra el cristal amenizaban el ambiente transportandome inmediatamente al pueblo de Forks, donde la historia de mi libro se estaba llevando acabó.
Tome una bocanada de aire, sintiéndome finalmente feliz, con cada página que leía me adentraba más ala historia. Siempre he creído que no pertenezco a este universo, fui puesta en el incorrecto. Odio el sol, el calor y los días calientes, prefiero los días lluviosos, húmedos y fríos.
Crepúsculo lo es todo para mí, leí por primera vez está saga literaria cuando tenía catorce años, y desde ese momento quedé enamorada de los vampiros. Resaltando uno en concreto, desde el primer momento que me interese en Jasper, fue en el libro "eclipse", de ahí mi interés y curiosidad por el no hizo mas que crecer, llegando a enamorarme de un personaje ficticio.
─ ¡Mocosa! ¡Tomaste mi cargador! ─ Dafne entro a mi habitación sin tocar la puerta.
─ No.
─ ¡Claro que si! ─ Chilló husmeando entre mis cosas.
─ ¡Que no! ¡Estefan lo tomo! ¡Ahora deja de husmear en mis cosas y lárgate! ─ Me levanté de la cama abriendo la puerta.
─ Ushhh.
Salió hecha una furia, cerré la puerta detrás de ella siguiendo con lo mío, busque el párrafo en el que me había quedado, en un diálogo de Jasper sonriendo al instante al leer la oración.
─ ¿Por qué no puedo estar ahí? ¿Contigo? ─ Murmure para mí misma soltando un bostezó.
Deseé con todas mis fuerzas estar ahí, en Forks, conviviendo con vampiros y con los lobos Quileute, teniendo una relación sentimental con Jasper y viviendo mi vida deseada. Sin más cerré el libro de pasta dura, mirando la portada por unos segundos asta que cerré los ojos por completo.
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