Cruzando la línea|| Hyunlix

⋅˚₊‧ Nuestro comienzo‧₊˚ ⋅

☀️🌙

Todo empezó el día en que nuestras madres se conocieron. Fue algo extraño; dijeron que se caían mal. No entiendo cómo se hicieron mejores amigas, pero después de conocerse mejor, se volvieron inseparables, o eso fue lo que escuché por parte de ellas .

Consiguieron un buen hombre y prontamente tendría su propia familia.

Un 15 de marzo del 2006, nos tuvieron a mí y a Hyunjin por suerte de ambas nacimos el mismo día, casi a la misma hora (Hyunjin me ganó por 3 minutos, por desgracia), y así, nuestras madres felices nos pusieron nombres. Hyunjin significaba luz de Luna, sin embargo, el mio significa luz de sol.

Era especial el como nuestros nombres nos unía estábamos destinados a ser los mejores amigos, o eso pensaba...

Eventualmente seguíamos creciendo, eramos mejores amigos técnicamente desde que nacimos. Nuestras madres estaban contentas de tener a dos hermosos niños, estaban muriendo de amor por nosotros.

En cambio, yo y Hyunjin, bueno... Nuestra relación desde pequeños paraba en discusiones y peleas improvisadas. Aún así, lo quería mucho y se que el también sentía lo mismo por mi

Cada cumpleaños era una nueva guerra odiaba compartirlo con Hyunjin tal vez era egoísta pensar que ese era sólo mi día aunque era de ambos

También compartíamos mamá, mi mamá era la suya y su mamá también era la mía, era reconfortante tener dos mamás así que nunca me queje.

Poco a poco me fui acostumbrando a su presencia, siempre estaba en mi casa o viceversa, jugábamos a diario, íbamos a la misma escuela incluso teníamos ropa a juego, me parecía una exageración de nuestras mamás con su fetiche de que seamos mejores amigos como ellas, pero luego comprendí que lo quería mucho mas de lo que debería admitir, y sabía que el nunca me dejaría solo.

Aproximadamente cuando cumplimos ocho, hicimos una tabla de reglas de mejores amigos. Era un poco estúpido, pero en ese entonces, era como nuestro idioma que solo nosotros entendíamos. En total eran 5, pero con el tiempo pusimos una regla más.

REGLA 1: Si alguna vez discutíamos, había que disculparse preparando un brownie con sus propias manos.

REGLA 2: Hacer pijamadas todos los sábados sin falta.

REGLA 3: Contarse todo sin guardar secretos.

REGLA 4: JAMÁS DARLE BERENJENA A HYUNJIN.

"Hyunjin, es necesario poner esa regla. Ya sabemos que no te gusta la berenjena" pregunto mirándolo disgustado.

"Lix, es que las odio tanto hasta al punto de ponerla como reglas" respondió.

Felix suspiró "está bien".

REGLA 5: Dar nuestro primer beso a los 18.

"¡Wakala qué asco besar! Si fuera por mí, jamás besaría a alguien" dijo el Hyunjin de 8 años infantil y estúpidamente tierno y lindo.

Felix solo asintió. "Sí, sí, como digas, Hyun".

"Solo si es contigo entonces" murmuró teniendo la vista incrédula del rubiesito pecoso.

"Ya veremos".

Actualidad:

Hola, soy Félix de la actualidad y me gusta, sin dudarlo, mi mejor amigo. No creo que sienta lo mismo por mí. He intentado ya no sentirme atraído por él, aunque me resulta imposible. Me enteré de que soy doncel a los trece años y solo mi familia y la de Hyunjin lo sabe, aunque tal vez otras personas lo sospechen. Soy bueno en la escuela; mi promedio se basa en noventa para arriba y les caigo bien a la mayoría de profesores (eso creo)y si hablamos de Hyunjin nada ha cambiado en los últimos años, solo el hecho de que el es todo un bombón. Ese chico sí que lo hicieron con ganas, en cambio a mí me confunden con chica. ¿Nunca han visto un doncel o se hacen? Prontamente cumpliremos dieciocho y cada año aumentan mis sentimientos por el. No debería cruzar esa línea entre nosotros, llámame cobarde, pero no quiero romper esta amistad por algo que tal vez solo yo quiera.

**POV de Hyunjin:**

Hola, soy Hyunjin, el primer mejor amigo y último de Félix. Mi mamá y mi papá siempre están ocupados. Al principio, quería más atención por parte de los dos, pero he estado solo mucho tiempo, hasta que empecé a ver el lado bueno de tener esa gran casa sola. Bueno, no tan sola, Félix me acompaña muy seguido; tal vez por eso la casa se siente cálida. Tengo diecisiete, al igual que Félix, y me gusta desde que nací, creo. Yo sería muy idiota si no me enamorara de ese pecoso; es mil veces mejor que todas las mujeres que existen en el mundo. Es dulce y sociable. Ese chico me tiene besándole los pies, solo que no lo sabe. Llevo preparándome seis años para confesarme, pero las palabras no quieren salir y esta bien, algún día lo haré.

Aún recuerdo cuando teníamos trece; Félix dio un colapso en la fila de la cafetería. Obviamente, estuve presente y lo llevé rápidamente a enfermería. Lo llevé solo para que llamaran a sus padres y lo llevaran a un hospital. Ese día, al terminar la escuela, me dirigí al hospital donde se encontraba Félix. Encontré a sus padres hablando con unos papeles en mano; no presté mucha atención a su conversación, solo me importaba dónde estaba Félix y si estaba bien. Su mamá me recibió con un cálido beso en la frente, señalando a la puerta 39. No dudé dos veces en abrir y encontrar a Félix con mejillas rojas, atado a un suero. No pude aguantar sentirme preocupado por él; tanto así que empecé a llorar en la habitación. Sentir que la persona que amas está con un suero y mucha fiebre no se siente tan bien. Mientras estaba sentimental, Félix empezó a reír; se burló un rato de mí solo para decirme que estaba bien. Su madre entró poco después con unos papeles, mencionando que era un doncel 99.8% fértil. Yo ese día no pude estar más sorprendido; era una locura. Félix, por otro lado, estaba bien con eso. Aún recuerdo todo vívidamente; la palabra "enamorado" se queda corta.

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