𝙍𝙊𝘿𝙍𝙄𝙑𝘼𝙉 | donde dos adolecentes se conocen en el baño
ʀᴏᴅʀɪɢᴏ ʙᴛᴛᴍ!!
ɪᴠᴀ́ɴ ᴛᴘ!!
+18?
≢ comenzada;; 25/9/23
≢ terminada;; ?? /?/??
Aquí seguiré mi historia porque La deje por problemas si quieren pueden ver en mi otro perfil @dvao_klvc
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5 días después
El sol está alto en el cielo, y el patio del colegio está lleno de estudiantes disfrutando del recreo. Rodrigo se sienta solo en un banco, mirando distraídamente su teléfono. Brisa se acerca con una expresión de preocupación, sabiendo que tiene que hablar con él.
— Rodrigo, ¿puedo hablar contigo un momento?
Rodrigo levanta la vista, un poco sorprendido por el tono serio de su amiga.
— Claro, ¿qué pasa?
Brisa se sienta a su lado, tomando aire antes de empezar.
— Quería disculparme por lo de las clases privadas con Iván. No sabía que te caía mal. Solo pensé que sería bueno para ti tener a alguien que te ayudara con matemáticas.
Rodrigo frunce el ceño, recordando la incomodidad que sintió cuando Iván se acercó a él con esa propuesta.
— Brisa, Iván y yo no nos llevamos bien. No entiendo por qué aceptaste sin preguntarme.
Brisa baja la mirada, sintiendo la culpa.
— Lo sé, lo siento. Iván se me acercó y me dijo que quería hablar contigo a solas. Parecía serio y pensé que tenía buenas intenciones. Nunca imaginé que te sentirías incómodo.
Rodrigo suspira, tratando de calmarse. Mira a su amiga, viendo la sinceridad en sus ojos.
— Está bien, Brisa. Sé que no lo hiciste con malas intenciones. Es solo que... Iván puede ser un poco intimidante, y no estoy seguro de cómo manejarlo.
Brisa pone una mano en el hombro de Rodrigo, tratando de consolarlo.
— Lo entiendo. Prometo que no volveré a hacer algo así sin consultarte primero. Solo quiero lo mejor para ti.
Rodrigo asiente, apreciando el gesto.
— Gracias, Brisa. Aprecio que te preocupes por mí. Solo necesito tiempo para ver cómo manejar esto con Iván.
Brisa sonríe, sintiéndose un poco más aliviada.
— Cualquier cosa que necesites, estaré aquí para ayudarte. No estás solo en esto.
Rodrigo le devuelve la sonrisa, sintiendo un poco de peso levantarse de sus hombros.
— Gracias, Brisa. Eres la mejor.
Ambos se quedan en silencio por un momento, disfrutando de la compañía del otro y sintiéndose un poco más tranquilos sabiendo que, a pesar de los malentendidos, siempre estarán ahí para apoyarse.
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