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Rodrigo estaba en el supermercado,  de nuevo moviéndose rápidamente entre los pasillos, su mente enfocada en la lista de compras que su mamá le había dado

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Rodrigo estaba en el supermercado,  de nuevo moviéndose rápidamente entre los pasillos, su mente enfocada en la lista de compras que su mamá le había dado. Sin embargo, a medida que avanzaba, se dio cuenta de que un hombre lo seguía de cerca, mirándolo con una intensidad incómoda. Rodrigo intentó ignorarlo, pero la sensación de ser observado lo ponía nervioso.

Mientras recogía algunas cosas, sintió que el hombre se acercaba aún más, intentando entablar una conversación. —Hola, ¿necesitas ayuda con algo?— preguntó el hombre con una sonrisa que no le convencía a Rodrigo.

—Estoy bien, gracias,— respondió Rodrigo, esforzándose por mantener la calma, pero sintiendo que la situación se tornaba más incómoda.

Justo cuando el hombre intentó dar un paso más hacia él, Iván apareció de la nada, con su porte dominante. —¿Hay algún problema aquí?— preguntó, su voz firme, mirando directamente al hombre.

El hombre, sorprendido, dio un paso atrás. —No, solo estaba hablando con él.—

— Parece que lo estás incomodando,— dijo Iván, interponiéndose entre Rodrigo y el extraño, dejando claro que no toleraría el comportamiento. —Rodrigo, ¿estás bien?—

Rodrigo sintió una oleada de alivio al ver a Iván. —Sí, estoy bien. Gracias, Iván, ¿y qué haces aquí ?— murmuró, sintiéndose más seguro con su presencia.

— Estaba comprando algunas cosas para decir mi habitación. — El hombre, sintiendo la tensión en el aire, se dio la vuelta y se alejó. Iván se volvió hacia Rodrigo, una sonrisa ladeada en su rostro. —¿Listo para seguir comprando?—

Rodrigo asintió, aún un poco agitado, pero agradecido por la intervención de Iván. —Sí, gracias por venir. No sabía qué hacer.—

—No hay problema,— dijo Iván, caminando a su lado mientras continuaban con las compras, sintiendo que la conexión entre ellos se hacía más fuerte con cada momento compartido


—No hay problema,— dijo Iván, caminando a su lado mientras continuaban con las compras, sintiendo que la conexión entre ellos se hacía más fuerte con cada momento compartido

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" Rodrigo, contigo cada momento es mágico y No se porque "

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