𝙍𝙊𝘿𝙍𝙄𝙑𝘼𝙉 | donde dos adolecentes se conocen en el baño
ʀᴏᴅʀɪɢᴏ ʙᴛᴛᴍ!!
ɪᴠᴀ́ɴ ᴛᴘ!!
+18?
≢ comenzada;; 25/9/23
≢ terminada;; ?? /?/??
Aquí seguiré mi historia porque La deje por problemas si quieren pueden ver en mi otro perfil @dvao_klvc
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La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas de la cabaña, iluminando suavemente el interior. Rodrigo se despertó lentamente, sintiendo la calidez del sol en su rostro. Los recuerdos de la noche anterior volvieron a él: los besos, las caricias, y las palabras sinceras de Iván. Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras se daba cuenta de que Iván seguía allí, sentado en el borde de la cama, observándolo.
—Buenos días. —dijo Iván, su voz suave pero firme, con una sonrisa tranquilizadora.
Rodrigo se incorporó en su cama, aún envuelto en su saco de dormir, y miró a Iván con ojos aún somnolientos pero llenos de curiosidad y confusión.
—Buenos días. —respondió Rodrigo, su voz aún adormilada y un poco ronca.
Iván se inclinó hacia él, sus ojos fijos en los de Rodrigo, llenos de una intensidad que le hizo estremecerse.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Iván, con una genuina preocupación en su tono.
Rodrigo asintió lentamente, aunque aún se sentía un poco confundido y abrumado.
—Estoy bien... creo. Solo... estoy tratando de entender todo lo que pasó anoche. —admitió Rodrigo, bajando la mirada.
Iván extendió una mano y levantó suavemente el mentón de Rodrigo, obligándolo a mirarlo a los ojos.
—Lo que pasó anoche fue real. —dijo Iván con firmeza—. No quiero que pienses que fue un error o un juego. Me gustas, Rodrigo.
Rodrigo sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Las palabras de Iván eran sinceras, y la forma en que lo miraba hacía que se sintiera especial y valorado.
—Yo... Creo que también me gustas, Iván. —murmuró Rodrigo, sintiendo que un peso se levantaba de sus hombros al decirlo en voz alta.
Iván sonrió y se acercó más, sus manos acariciando suavemente los brazos de Rodrigo.
—Quiero que esto funcione entre nosotros. —dijo Iván, su voz baja y cargada de emoción—. Pero no te voy a presionar. Podemos ir despacio, a tu ritmo.
Rodrigo sintió una oleada de alivio y gratitud. A pesar de la intensidad de la noche anterior, sabía que Iván estaba dispuesto a respetar sus límites y darle el espacio que necesitaba.
—Gracias, Iván. —dijo Rodrigo, sintiendo que sus palabras no eran suficientes para expresar lo que sentía.
Iván se inclinó y plantó un suave beso en la frente de Rodrigo, un gesto tierno y protector.
—Vamos a desayunar. —sugirió Iván, sonriendo—. Y luego, si quieres, podemos hablar más sobre esto.
Rodrigo asintió, sintiendo una nueva determinación y confianza. Se levantaron juntos, y mientras se dirigían hacia el comedor del campamento, Rodrigo supo que, aunque el camino podría ser complicado, con Iván a su lado, todo sería más fácil.
Mientras caminaban, Iván mantuvo una mano en la espalda de Rodrigo, un gesto de apoyo y protección que no pasó desapercibido para el más joven. Rodrigo, aún procesando todo lo sucedido, encontró consuelo en la presencia firme de Iván a su lado. Aunque su mente estaba llena de preguntas y emociones, sabía que juntos podían enfrentar lo que viniera, un paso a la vez.
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