Bitches with brain | NEWJEANS & BILLLIE

CAPÍTULO 4

Sheon la miró con mirada desquiciada y la cogió de la mano.

─La policía está en camino, amor ─la tranquilizó Tsuki dándole caricias en la mejilla derecha─. No te preocupes, estás a salvo.

─¿Cómo sabes que es una chica? ─Preguntó Sheon confundida.

─Las únicas personas que sabíamos dónde iba a estar Hyein hoy éramos las chicas.

─Tal vez sea uno de los policías que nos interrogaron ayer.

Tsuki la miró de reojo, con una mirada que le heló la sangre y dijo entre risitas:

─Esos no pueden haber sido. ¿Por qué habrían atacado a Haram y a Yeram?

Sheon se encogió de hombros y miró al suelo, como si ya no quisiera mirar más a su novia, como si ya, sabiendo que la asesina era una de sus amigas, no confiase en ella.

El móvil de Tsuki volvió a sonar, haciendo que las dos chicas se sobresaltaran. Se trataba de Minji de nuevo. Esta vez sí respondió a la llamada.

--¡Tsuki, dios mío! --Exclamó la chica con voz entrecortada y falta de aire--. Hyein me ha llamado. Bueno, en realidad no era Hyein... No sé quién era, pero me ha dicho...

─Sí, Minji ─respondió Tsuki con voz temblorosa, como si fuera a ponerse a llorar─, ya lo sabemos. ¡Ha sido una de nosotras!

Se escuchó a Minji hacer un sonido extraño, como si se hubiera sorprendido:

--¿Tú crees? Ya sabes... No creo que a ninguna de nosotras se nos ocurra hacer algo así.

─Minji, está claro... Es una de nosotras.

Minji colgó rápidamente. Tsuki sonrió de lado y le dio unas palmaditas a Sheon en el hombro. Con voz baja y astuta dijo:

─Y ella es la primera de mi lista de sospechosos.

Sonaron las sirenas de policías y las chicas supieron que estaban a salvo.

Haruna no había dormido en toda la noche; se la había pasado fumando como una loca. Miraba por la ventana y cuando veía a la gente disfrazada y borracha en la calle le daban ganas de desenmascararlos a todos, pues le recordaban a las películas de Scream y eso hacía que se le vinieran los cuerpos de Yeram y Haram a la cabeza.

Al levantarse y mirar su móvil se llevó una gran sorpresa al ver muchas llamadas perdidas. Le dolía la cabeza como nunca, pero se vio en la obligación de llamar a Siyoon, ya que al llamarla doce veces y no contestarle, se preocuparía.

─Ah, hola, Siyoon ─saludó Haruna─. ¿Por qué tantas llamadas? ¿Ha ocurrido algo?

--¡Joder, Haruna! --Respondió la chica en voz alta--. Creí que te había pasado algo. ¡Me han dicho que han atacado a Hyein! ¡Hoy! ¡Ha muerto, Haruna, ha muerto!

Haruna abrió los ojos como platos y se puso otro cigarro en la boca para encenderlo, sin ninguna lágrima presente.

─Estoy harta, Siyoon. No podemos permitirnos que le ocurra algo a alguien más. Mañana en clase interrogaremos a todo el mundo. ¡Y haremos que el culpable pague con su vida!

Siyoon asintió y Haruna colgó para terminarse el cigarro y encenderse otro más, mientras le daba unos sorbitos a la botella de ginebra que había al lado de su cama, aquella botella que tanto la acompañaba por las noches.

Cuando Sheon les enseñó a los policías la llamada que había quedado registrada, estos últimos no se lo podían creer. Cualquiera creería que se trataba de una broma de Halloween, pero la cosa pasaba de ser una broma a un delito cuando había víctimas mortales, y en este caso había dos y una hospitalizada de gravedad.