Bitches with brain | NEWJEANS & BILLLIE

CAPÍTULO 10

Las chicas tuvieron que ir a la universidad al día siguiente. Todas se sentían horriblemente tras enterarse de la muerte de Danielle y Haerin. Haruna quería que la Tierra la tragara por haber tratado de esa manera a Danielle y que al final resultara que ella no era la asesina. Sin embargo, ya nadie la repudiaba; las chicas estaban demasiado ocupadas ignorando y huyendo de Sheon, incluso Tsuki.

Sheon se sentía sola y, efectivamente, lo estaba. Ya nadie le hacía caso, nadie le dio el pésame por el doble asesinato de sus amigas, nadie le preguntaba cómo se sentía tras enterarse de que sus amigas seguían cayendo como moscas. No obstante, parecía no importarle. Ella pensaba que de esa manera, el asesino no querría atacarla.

Winter ya no se juntaba con ese grupo; ni siquiera con Hanni ─Winter siempre había sido una fiel admiradora─, pues sentía que esas chicas estaban involucradas en todas las muertes que estaban ocurriendo a su alrededor. La miraban directamente, penetrando su mirada hasta el recoveco más recóndito de su mente, como si quisieran ver si ella era la asesina. Sin embargo, decir que no lo era, así de repente, resultaría demasiado sospechoso.

Tsuki se estaba ahogando con sus pensamientos. Se imaginaba lo horrible que sería que Sheon resultara inocente. ¿Cómo volvería a mirarla a la cara? O peor: ¿qué sería de ella si nunca más tuviera la oportunidad de mirarla a la cara? ¿Qué sería de ella si asesinaban a la mujer que más amaba del universo?

El último cigarro que Haruna consumió fue el que se fumó en el baño en el que, momentos después, asesinarían a Siyoon. Estaba tan dolida por tantas muertes de sopetón que ni fumar le hacía sentir mejor. Quería morir. Quería matar. Quería hacer tantas cosas a la vez, que no sabía por cuál empezar. Estaba dispuesta a matar a cualquiera; ya todos eran tan sospechosos que empezó a creer que todas eran asesinas menos ella.

Hanni miraba todos los movimientos de todas sus amigas, como si haciéndolo fuera a llegar a alguna conclusión que revelara a la culpable de los crímenes. Todo le llamaba la atención. Cuanto más se fijaba en todo lo que hacían sus amigas, menos confíaba en ellas. «¿Ella siempre ha hecho eso?». Eso era lo que más se preguntaba cuando alguna de ellas hacía el más mínimo movimiento.

Minji inhalaba y no hacía nada más. Cada vez que alguien pronunciaba su nombre, cada vez que alguien la miraba, cada vez que alguien pasaba por su lado. Ya todo era capaz de asustarla y hacer que se temiera lo peor. Miraba a los ojos a todas las personas y al hacerlo, le corría un escalofrío por toda la espalda. Los ojos de todos parecían llenos de odio. Odio hacia ella solamente. Era realmente extraño.

El día tuvo un transcurso normal. Las chicas tuvieron sus clases, pero a última hora les dijeron que no se fueran a casa al acabar la clase, ni siquiera Winter, ya que era una amiga cercana de una de ellas, de Hanni. Aunque algunas se quejaron, como Haruna o Minji, que según ellas tenían muchas cosas que hacer, les insistieron en que no se podían ir. Las informaron sobre un interrogatorio improvisado por los profesores. Les harían algunas preguntas a todas y, finalmente, las dejarían irse.

─Tenéis que ser sinceras al cien por cien ─ordenó la profesora después de que todos los alumnos se fueran al acabar la última clase.

La profesora las penetraba con la mirada, sentada en su mesa y cada alumna en la suya correspondiente.

Las chicas asintieron con la cabeza y Sheon se secó rápido como un rayo una lágrima que caía por su cara. De todos modos, no fue lo suficientemente veloz, pues Tsuki había visto su movimiento y tuvo que aguantarse mucho para que no se le cayeran las lágrimas que estaban a punto de salírsele a ella. Apartó su mirada rapidísimo al ver que la de Sheon se juntaba con la suya por una fracción de segundo.

─¿Esto le pertenece a alguien de vosotras? ─Preguntó la profesora alzando un cigarro atrapado por su dedo índice y corazón.

─Mierda ─susurró Haruna.