Forastera

El rescate del alma de una mujer

Este capítulo me hizo sufrir, lean por qué...

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POV NARRADOR

La mirada de Regina estaba perdida en la nada, su cuerpo desnudo boca abajo sobre la dura cama dolía como una perra, pero su alma y su espíritu se sentían quebrantados.

Killian se levantó completamente desnudo y caminó hacia su ropa, estiró sus músculos deliciosamente cansados y comenzó a vestirse.

Regina: Tú me lo debes- Apenas le salió voz- Por favor, mátame- Su cuerpo cayó al suelo con un ruido sordo.

Jones la miró, se recogió el cabello y salió, caminó por los pasillos y unos ruidos extraños provenientes de la puerta trasera llamaron su atención, con cautela se acercó y se dio cuenta que no estaba asegurada, apenas la abrió, una estampida de vacas lo hizo caer inconsciente al suelo con la puerta encima.

Graham, August y Jefferson estaban detrás del ganado, se adentraron en los pasillos y se tragaron el nudo en la garganta al ver a la morena desnuda temblando en el suelo, Graham de inmediato la cubrió con una manta y Mills comenzó a quejarse de dolor.

Graham: Tranquila, niña, aguanta, te sacaremos de aquí- La tomó en sus brazos mientras August y Jefferson guiaban el camino.

POV EMMA

Caminaba de un lado a otro en el camino, mi corazón estaba acelerado, mis manos sudorosas y mis ojos llorosos, mi atuendo consistía en un pantalón café y una camisa blanca de manga larga, mi cabello estaba recogido en una coleta baja con algunos mechones sueltos.

Mi corazón dio un vuelco cuando vi la carreta acercarse a toda velocidad.

Emma: ¿Está viva? – Me acerqué en cuanto se detuvo.

Graham: Sí, necesita atención, pero no hay tiempo...

Emma: ¡Al diablo con el tiempo! – Salté a la carreta y me agaché junto al cuerpo inconsciente de mi esposa- No puedo creer que lo hayan logrado- Abrí los ojos de mi morena para revisar sus pupilas.

Jefferson: Los casacas rojas hicieron tanto ruido que no se dieron cuenta que estábamos allí, con el ganado y todo dentro del lugar.

August: Debemos irnos, vendrán por nosotros.

Emma: Dios, mi amor- Acaricié el rostro de mi esposa- ¿Qué te hizo ese hijo de puta de Jones?

August: No quiero hablar mal de Ginny, pero realmente apesta- Olfateé el cuello y cabello de mi hermosa Regina.

Emma: Es aceite de lavanda, se usa para aliviar el dolor.

Jefferson: Entonces, ¿Alguien intentó curarla? – Preguntó con escepticismo.

Emma: Tal vez- Eso sería raro.

Graham: Jeff, ve atrás y vigila el camino, si vez alguna señal de persecución ven de inmediato, tendremos que arriesgarnos o Ginny no resistiré el camino- Jefferson asintió y golpeó los costados de su caballo.

Emma: Regi, Regina- Mi morena abrió lentamente los ojos- Ya estás a salvo, te ayudaré, lo juro, amor mío- Los ojos de mi esposa se abrieron con horror y me tomó de la garganta.

August: ¡Suéltala! – Quitó las manos de Regina de mi garganta.

Graham: Ginny, ¿Qué ocurre contigo? Es Emma- Me acerqué nuevamente una vez que recuperé el aliento.