El encuentro del clan Mills

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POV EMMA SWAN

Baelfire: Señora Swan, perdió su lazo- Señaló mi corsé- Y ayer perdió su cinta del cabello.

Estaba jugando con él y otros niños del castillo.

Emma: Es cierto, estaba tan concentrada en escapar de ustedes que no lo noté.

Jefferson: ¿Cuándo termina el juego?

Emma: Pronto.

August: Los señores dijeron que no pueden estar todo el día aquí afuera- Los niños pusieron caras tristes.

Emma: Todavía no terminamos, hay mucho que explorar- La sonrisa volvió a los niños.

Niño: Tenía razón, señora Swan, esta parte del bosque es mejor que el patio, ¿Puedo ser el jabalí esta vez?

Emma: Claro, entonces, ¡Cacemos al jabalí! – Comenzamos a perseguirlo y pasamos otro rato agradable hasta que se llegó la hora de irme a arreglar para el encuentro de esta noche.

Baelfire: ¿Podemos volver a jugar mañana?

Emma: Por supuesto- Todos corrieron de regreso al castillo.

El juego de caza era más que una agradable distracción, me permitía reconocer el terreno que rodeaba al castillo sin levantar sospechas.

Hasta ahora había encontrado dos posibles rutas de escape y había dejado migas y lazos para marcar mi camino hacia la libertad.

August: Dudo que hayas visto algo como esto de dónde vienes- Se jactó mientras caminábamos entre gente comiendo, bebiendo y bailando.

Los festejos del día de la victoria en Londres y París habían superado ampliamente en tamaño al encuentro del clan Mills, pero esto era distinto, dicha simple, libre de traumas de la guerra y del agotamiento de su final, los Mills sencillamente estaban felices de verse.

Pese a mi ansiedad por partir, mi corazón se alegraba al pasar por el campamento y una pequeña parte de mí lamentaba mi inminente escape, tenía toda la ruta trazada en mi cabeza, por la noche, las dos ventanas estarían iluminadas por antorchas, sería faros que me guiarían hasta las aberturas de los puestos de los centinelas, pero aun debía encontrar distracciones para mis dos sombras, tonto uno y tonto dos.

Emma: Chicos, por favor no miren, pero me parece que a la mujer que prepara la sopa le gusta uno de ustedes- Ambos la miraron- Dije que no miraran- Resoplé.

August: Bueno, acomodaré a mi gallo para que anide allí esta noche- Avanzó hacia la mujer.

Jefferson: No tan rápido- Lo jaló del brazo.

Emma: Permítanme ayudarlos, prefiero no quedar expuesta a otra de sus vanas discusiones.

Jefferson: ¿Siempre tienes que hablar como si fueras realeza? – Se rio.

Emma: Como decía- Tomé una varilla y la partí en dos- Listo, elijan- August lo hizo de inmediato.

Jefferson: Tanta masturbación le da velocidad a tu mano- Me reí y le entregué la suya que era más larga- Te gané bastardo- Se burló y fue a hablar con la mujer.

Ahora debería ocuparme de los otros elementos de mi plan.

Emma: Necesito elegir un caballo para la cacería de mañana, Gold quiere que como sanadora los acompañe- Murmuró algo en Gaélico, pero me acompañó.

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