Forastera

Actividades útiles y engaños

Aquí está uno más.

Y ¿Qué creen? Aquí empieza a tejerse otro barco que me gusta, CLEXA, con la llegada de Lexa a la vida de nuestras protagonistas, por supuesto que NINGUNA pareja opacará a SWANQUEEN, pero no puede ser la única.

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POV EMMA

El ruido del carruaje llegando a la casa me sacó de mi sueño, me puse una bata sobre el camisón y me asomé por la ventana, sonreí automáticamente cuando vi a mi esposa bajarse, salí de la habitación y me paré en lo alto de las escaleras.

Regina: No quise despertarte, amor- Subió a toda prisa y besó mis labios con avidez.

Emma: ¿Otra noche larga en la Casa de Madame Elise? – Pregunté con algo de molestia, odiaba que mi esposa fuera a ese burdel.

Regina: Me temo que el Príncipe Carlos perdió la paciencia con tu amada esposa- Rodé los ojos, pero sonreí- Me pidió que arreglara la reunión que quiere con el ministro Heller, y lo quiere, súbito- Entramos a la habitación- Es de inmediato en italiano.

Emma: Sé que significa, supongo que debía ocurrir tarde o temprano, me sorprende que lo hayas podido dilatar tanto- Asintió y comenzó a quitarse la ropa, lo que me hizo morderme los labios- ¿Crees que Isaac aceptará encontrarse con el Príncipe?

Regina: No tengo idea, pero no tengo tiempo para eso ahora, debo irme- Se puso otra ropa- Un inspector del gobierno vendrá a examinar la bodega de Gastón, luego debo ir a Versalles, charla y ajedrez con Isaac- Rodó los ojos con molestia- Y luego otro viaje, espero que con el ministro acompañándome- Le puse el chaleco café que combinaba con su pantalón- Hasta la Casa de Madame Elise y otra noche bebiendo- Hice una mueca de molestia- Y más charla con el lunático del Príncipe, pero por nuestra causa, creo que vale la pena perder un poco de sueño- Exhaló.

Emma: Has perdido más que un poco de sueño, cariño- Acaricié su rostro cansado.

Regina: Es cierto, mi rubia, espero poder dormir un poco de camino al palacio, pero aprecio tu preocupación.

Emma: Hueles a humo y a perfume muy barato- Refunfuñé- No ayuda mucho con mis nauseas matutinas.

Regina: Vine con la cabeza fuera del carruaje, pero parece que no sirvió de nada- Me reí y acarició mi vientre- Vuelve a dormir, mi rubia, tú y el bebé deben descansar- Sonrió mirando mi estómago- Tienes tiempo antes de reunirte con Kathryn y las demás mujeres ociosas.

Emma: No quiero llegar tarde al té- Dije con falso entusiasmo y se rio.

Regina: Lo sé, es un trabajo tedioso, nunca sabes si escucharás información que sirve para evitar que se lleve a cabo la rebelión- Besó mis labios y avanzó a la salida conmigo siguiéndola.

Emma: ¿Y quién va a darnos esa información vital? ¿Kathryn? ¿Madame Geyer? – Me burlé.

Regina: No puedo creerlo- La vi hurgando en su escarcela- No está, Sawny- Era la serpiente de madera- Que los sirvientes busquen por toda la casa- Besó mis labios y comenzó a bajar las escaleras- Dales mis saludos a tus amigas del té.

Emma: No lo creo, esas mujeres te comen con los ojos cada que te ven y no paran de preguntarme cómo es estar en la cama con una mujer tan caliente con pene- Su risa fue lo último que escuché antes de que la puerta principal se cerrara- Y no son mis amigas- Susurré.