El ojo de la tormenta

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¡Lo logré! No ha terminado la semana, así que estoy en tiempo para la actualización 🤭

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POV EMMA

Emma: ¡Dense prisa! – Le ordené a los sirvientes que dirigían el carruaje- ¿Por qué nos detenemos? – Pregunté cuando paramos de golpe.

Por la ventana vi una horda de personas de piel negra, en su mayoría hombres, que caminaban con antorchas, pasaron de largo y continuamos nuestro camino.

Una vez que llegamos a nuestro destino, le pregunté al cochero que dónde encontraba las casas de los esclavos y me indicó el sendero, les pedí que me esperaran, y que, si no regresaba al amanecer, preguntaran por mí en la casa principal.

Caminé entre las pequeñas cabañas susurrando el nombre de Robyn en cada puerta sin éxito.

Vi un perro hurgar entre un montón de ramas apiladas cerca de un caldero, lo espanté y me horroricé al ver los cuerpos de dos jóvenes, uno de piel negra y otro de piel blanca.

Iba a alejarme, pero una enorme mano cubrió mi boca y fui arrastrada a quien sabe dónde.

Emma: ¡Suéltame! – Gruñí cuando me empujó al interior de una habitación.

Ariel: ¡Pabbie! – El esclavo me soltó.

Emma: Ariel- Me enderecé- Disculpa, es tarde, mis cocheros me dejaron al final del camino y me perdí tratando de encontrar la casa- La pelirroja me miró inquisitivamente.

Ariel: Eres bienvenida en cualquier momento- Se paró frente a mí- Somos amigas- Forcé una sonrisa y asentí- Mis disculpas por la brutalidad de mi sirviente, debió pensar que eras una intrusa, ¿Qué necesitas?

Emma: Regina fue arrestada y no sé que hacer- Exhalé.

Ariel: ¿Cuál fue su crimen?

Emma: Alguien la acusó de homicidio, por supuesto que es inocente, y ahora me persiguen a mí también- Mentí en eso, si fuera sospechosa de algo, me habrían arrestado con ella.

Ariel: Debes estar exhausta, ven a sentarte- Me llevó a una mesa a un lado de una piscina.


POV AUTOR

Regina: Que lástima que no se perdieron en el camino y llegaron a La Habana- Se burló a pesar de su situación al llegar a su destino.

Walsh: Eres muy graciosa para ser una mujer encadenada, Mills- La morena chasqueó la lengua- Tuvimos dificultades para llegar con poca tripulación, pero llegamos, estaremos poco tiempo, cuando podamos zarpar te llevaremos a casa para someterte a juicio.

Soldado: Alto ahí, teniente- Apareció un casaca roja- Mantendremos a Mills en custodia.

Walsh: ¿Con qué autoridad? – Gruñó.

Solado: Puede preguntarlo usted mismo- Señaló donde estaba la casa principal.

Una vez que entraron, Regina se sorprendió al ver a Daniel sentado detrás de un escritorio de madera.

Daniel: Teniente, supuse que tendría problemas para acatar mi orden- Lo miró sin pestañear y Walsh se quitó el tricornio- Mills, puedes sentarte- La morena lo hizo, evitando mostrar cualquier reacción que delatara su cercanía con el gobernador y que Walsh pudiera usar en su contra.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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