Forastera

Estoy lista

Capítulo No. 25, vamos avanzando, espero les siga gustando esta adaptación, porque como ya lo dije, la serie original es extraordinaria. 

A leer...

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POV EMMA

Dejamos el castillo de Beaufort con cien hombres y nos dirigimos hacia Crieff para unir fuerzas con Graham y los Mills de Lallybroch, pero muchos desertaron y regresaron con sus familias, enviamos de vuelta a Lex a persuadirlos con la promesa de tierras al final de la guerra, eso les daría algo por qué luchar o por qué morir.

Si todo salía como lo planeamos, nos uniríamos con el ejército del Príncipe en Perth.

Regina: Graham- Se bajó del caballo y se abrazaron.

Graham: Disculpa que no tenga una fiesta de bienvenida, organicé una hace cinco días, cuando se suponía que debías llegar- Reprendió, pero era obvio que era por preocupación.

Regina: Nos llevó más de lo esperado venir por Corrieyairack- Me ayudó a bajarme del caballo, a pesar de mi adquirida habilidad para montar, esos detalles de mi morena me encantaban- Me hizo añorar los días en que robábamos ganado- Se rio entre dientes.

Graham: Sabía que no convencerías al viejo zorro de tu abuelo de que compartiera un trozo de pan, mucho menos a sus hombres- Miró a los que se quedaron, granjeros y agricultores en su mayoría.

Emma: Leonard dejó a sus mejores hombres en Beauly, ustedes dos tendrán mucho que hacer aquí- Caminamos hacía las cabañas.

Regina: Lex vino sin la bendición de su padre, mi abuelo sigue siendo neutral.

Graham: Sí, esa es la comadreja que conozco.

Lexa: ¡Mamás! – Salió corriendo de una cabaña y nos abrazó.

Permaneció por más tiempo en mis brazos, Lexa amaba a mi esposa, incluso más que a mí, la admiraba y quería ser como ella, pero era en mí en quien buscaba el consuelo y la ternura de una madre, a mi esposa la veía más como a un padre.

Regina: Niña, te ves bien, se ve que Graham cuidó de ti.

Lexa: No, ha sido horrible- Alcé una ceja en dirección a Graham y mi esposa se rio entre dientes- Me obligó a remendar sus calcetines y a servir su comida- Mi esposa y yo nos reímos de su dramatismo.

Graham: Solo intento educar a esta pequeña salvaje- Se defendió.

Emma: Bueno, ya no remendarás sus calcetines ni le servirás comida, Graham tiene dos manos- Lexa sonrió- Entremos, quiero que me cuentes todo lo que has hecho, cariño- Nos alejamos abrazadas mientras mi hija hablaba animadamente calentando mi corazón.

Emma: Hablaré con las mujeres más tarde para organizar las provisiones- Le informé a mi esposa al salir de nuestra cabaña.

Regina: Bien, yo iré a hacer cosas de hombres- Fingió acomodarse los genitales y nos reímos.

Jefferson: ¡Emma! – Sonreí al verlo con August a su lado y Graham regañándolo por algo- Me lavé la boca con whisky para recibir un beso tuyo- Mi esposa le gruñó en broma.

Emma: Jeff, veo que algunas cosas no cambiaron- Tomé su mandíbula y besé su mejilla.

August: Cuanto tiempo, Emma- Me levantó del suelo por un segundo.