15. El Día Verde de Hulk

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En la Torre Stark, un silencio inusual precedía al amanecer. Los primeros rayos del sol se filtraban por las ventanas, iluminando la figura de un gigante verde que dormía plácidamente en su habitación especialmente reforzada. Era Hulk, quien después de un día lleno de travesuras y risas, había caído rendido en un sueño profundo.

— ¡Hulk soñar con cachorros!  — Murmuró en su sueño, una sonrisa se dibujaba en su rostro verde.

La tranquilidad, sin embargo, no duraría mucho. Tony había preparado una sorpresa para el gigante, algo que sabía que le encantaría: un día entero dedicado a sus cosas favoritas, un "Día Verde".

— Hoy es tu día, amigo.  — Dijo Tony, mientras activaba el sistema de altavoces de la habitación de Hulk. — ¡Es hora de despertar y disfrutar!

Hulk abrió los ojos lentamente y se levantó, estirando sus enormes brazos y bostezando. Al salir de su habitación, encontró la torre decorada con globos verdes, banderines y hasta una pancarta que decía "¡Feliz Día Verde, Hulk!".

— ¡Hulk feliz!  — Exclamó, mientras los demás Vengadores se reunían para celebrar.

El desayuno consistía en todas las delicias que Hulk disfrutaba: tortitas verdes, huevos revueltos con espinacas y zumo de kiwi. Todos comieron y rieron, disfrutando de la compañía y de la alegría contagiosa de Hulk.

— ¡Hulk amar comida verde! — Dijo, mientras devoraba las tortitas con una velocidad impresionante.

Después del desayuno, Steve organizó una serie de juegos y actividades al aire libre. Había carreras de obstáculos, levantamiento de pesas y hasta un concurso de gritos, donde Hulk demostró tener el rugido más potente.

— ¡Hulk fuerte! ¡Hulk ganar! — Gritaba, mientras los demás aplaudían y vitoreaban.

Natasha, con una sonrisa en su rostro, se acercó con un regalo especial para Hulk.
— Tienes que cerrar los ojos para esto. — Le indicó.

Cuando Hulk abrió los ojos, se encontró frente a un enorme cachorro verde, creado por Wanda con sus poderes de manipulación de la realidad. El cachorro, aunque era una ilusión, jugaba y lamía a Hulk, quien reía con una felicidad pura.

— ¡Hulk querer cachorro siempre! — Exclamó, abrazando al cachorro ilusorio.

La tarde transcurrió entre juegos, risas y momentos de tranquilidad. Hulk, a menudo visto como la fuerza bruta del equipo, mostró su lado más tierno y juguetón, recordando a todos que incluso los héroes más poderosos tienen un corazón lleno de amor y alegría.

Al caer la noche, los Vengadores se reunieron para ver una película. La elección fue obvia: "Shrek", la historia del ogro verde que, al igual que Hulk, tenía un gran corazón.

— Hulk identificarse con ogro.  — Dijo, mientras se acomodaba entre sus amigos.

Hulk pasó un gran día lleno de color verde.

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