Reid Yamaguchi
Suspirando, paso a la siguiente página de mi libro de medicina.
Ya era casi media noche, y aunque al día siguiente tenía un examen para el cual debería haberme preparado en vez de haber salido al cine a jugar con Xuan, no me arrepiento de nada. Siento que poco a poco he comenzado a acercarme a Xuan, verlo ser más sincero conmigo, hablarme de las cosas que le gustan y la forma en la que me besó...
Bueno, no quiero hacerme ilusiones, pero tal vez estoy logrando conquistarlo.
Aun leyendo mi libro, me sorprendo cuando escucho que el timbre de mi puerta suena. Con calma me pongo de pie y camino a la entrada de mi departamento, por la mirilla que había en la puerta veo al exterior y casi sufro un ataque, abriendo la puerta de golpe.
—¿Xuan? —pregunto sintiéndome muy confundido.
Luciendo muy agitado, usando solo con una camiseta, unos pantalones delgados y descalzo, Xuan me mira envuelto en lágrimas, prácticamente tirándose a mis brazos y rompiendo a llorar.
—¿Xuan que paso?
—¿Puedo quedarme esta noche? —me pregunta sin parar de llorar— Por favor déjame quedarme...
—Claro que puedes quedarte —acepto de inmediato.
Con cuidado y sin dejar de abrazarlo por la cintura, retrocedo hasta entrar en mi apartamento con Xuan, cerrando la puerta detrás de nosotros. Y es dentro de mi casa, gracias a la luz que había en el interior, que me doy cuenta de lo que estaba pasando, mirando su rostro lloroso y tan asustado. El omega tenía varios golpes en las mejillas y marcas de unos dedos en su cuello, algo que me asusta.
—¿Qué te paso? —pregunto más serio, comenzando a arder en furia— ¿Quién se atrevió a hacerte esto? Lo voy a matar...
—E... Estoy bien... —me dice Xuan con la voz dulce— De verdad estoy bien...
Puedo notar que me estaba mintiendo, se veía tan desaliñado... Con el cabello revuelto, golpes por todos lados y los pies llenos de heridas por haber corrido descalzo; era obvio que algo muy malo había pasado. Solo pensando en confortarlo, lo tomo en mis brazos, sorprendiéndolo ligeramente.
—Vamos a mi cama, debo curar tus pies.
—E... Está bien... —responde en un susurro, algo avergonzado.
Caminando hasta mi habitación, de la forma más delicada que puedo lo dejo en la cama, procurando no lastimarlo. Viendo ese rostro asustado e inundado en lágrimas, no puedo evitar acercarme y besar sus labios con cariño, intentando tranquilizarlo.
—Está bien Xuan, aquí nadie te hará daño —le prometo, mirándolo a los ojos.
Ese pequeño omega asustado solo puede asentir, aferrándose a mí por algunos segundos antes de soltarme, algo que yo aprovecho para ir al baño y tomar mi botiquín de primeros auxilios para sanarlo. Volviendo otra vez a mi habitación, lo encuentro un poco más calmado, abrazándose a una de las almohadas de mí cama mientras intentaba dejar de llorar.
Lo primero que hago es quitarle la ropa que lleva y dejarlo en ropa interior, debía procurar ver todos esos golpes repartidos en su cuerpo, esa piel que yo ya había recorrido tantas veces con mis labios para darle placer.
Veo que no solo tiene golpes en su hermoso rostro, también están por todo su cuerpo, su abdomen, sus piernas, incluso su espalda. De la forma más delicada que puedo curo esos golpes poniéndole una pomada especial y besándolos con cariño, cada marca sobre su hermosa piel, yo me encargo de tratarla con el mayor de los cuidados.
Después de todo, ser un estudiante de medicina finalmente me había servido para algo, podía tratar a Xuan gracias a todo lo que aprendí en clase.
Curar los golpes de su rostro es lo más difícil, mis dedos temblaban y me contenía para no estallar en ira por lo que pasó, solo pudiendo mirar una y otra vez esos ojos tímidos llenos de lágrimas, que me miraban fijamente.
Besando sus labios muchas veces mientras curaba su hermoso cuerpo, vuelvo a intentar preguntarle:
—¿Quién te hizo esto?
Tembloroso, Xuan solo desvía la mirada, aferrándose con más fuerza a esa almohada de mi cama que abrazaba dulcemente.
—Xuan... —digo con la voz más suave que puedo, acariciando una de sus mejillas— De verdad necesito que seas sincero conmigo...
Por mi propia experiencia, viendo las heridas en su cuerpo, podía saber que quien fuera que lo golpeó, incluso había llegado a patearlo en el piso, dejando marcas grandes y fuertes en su piel.
—F... Fue mi tío... —me confiesa Xuan tras algunos segundos.
—¿Tu tío? —pregunto confuso, por un segundo pensé que fue alguno de los clientes que atendía— ¿Por qué te hizo algo como esto?
—Y... Yo... Bueno... —susurra Xuan muy nervioso— Yo no lleve dinero del trabajo hoy a casa...
Al escuchar sus apenadas y avergonzadas palabras, no puedo evitar sentirme culpable, bajando la mirada y observando su piel llena de marcas de dolorosos golpes. ¿Yo tuve algo de responsabilidad en que todo esto le ocurriera a mi destinado? Fue por mí que Xuan no llevó dinero a su hogar, por estar conmigo en esa cita... ¿Es mi culpa?
—Yo debo llevar dinero para mis tíos, p... Porque yo en realidad no quiero hacer este trabajo —me confiesa Xuan entre lágrimas, soltando la almohada para abrazarme y llorar sobre mi hombro desconsolado—. Mi tía me obliga a vender mi cuerpo a otros alfas desde hace años... Tengo que llegar a cierta hora y llevar cierta cantidad de dinero cada día o ella... O ella me...
Suspirando furioso, estrecho fuertemente entre mis brazos su delicado cuerpo, pero él no se queja, se sostiene de la misma fuerte manera de mí sin parar de llorar.
—Yo lo odio tanto... Lo odio... —me susurra desconsolado— Pero si me niego aunque sea un poco, ella me golpea y me lleva a un lugar obscuro... Odio ese sitio, tengo tanto miedo... Hoy no pude más, se enfadó tanto... Me golpeó y quiso quitarme la ropa, pero yo de verdad no podía soportarlo... Así que corrí fuera de casa ni bien tuve la oportunidad, y la única persona en la que pude pensar eras tú...
—Xuan... —susurro realmente apenado, besando sus labios y sus mejillas intentando calmarlo.
—¿Está bien que esté aquí? —me pregunta muy asustado, sin dejar de llorar a pesar de mis esfuerzos— ¿Está bien que me quede?
—Quédate para siempre —le pido mirándolo a los ojos—. Conviértete en mi omega, cásate conmigo, deja que te saque de ese sitio y te haga feliz...
—¿Lo dices en serio?
—Te amo Xuan —confieso con sinceridad.
Llorando aún más, Xuan reclama mis labios, besándome de forma temblorosa aferrándose a mí con todas sus fuerzas.
—No es Xuan —me corrige en un susurro sobre mis labios—. Es Ouma, mi nombre es Ouma...
Sorprendido por sus palabras dejo que me bese todas las veces que quiera, consiguiendo que por fin dejara de llorar, y estrechando aun su cuerpo entre mis brazos, prometo en silencio que no voy a permitir que alguien más tocara si quiera uno de sus cabellos otra vez.
Yo voy a proteger a Ouma, mi omega...
—Te amo Reid, conviértete en mi marido pronto... —me pide en un susurro.
—Yo también te amo Ouma, quédate conmigo por siempre —le pido besando sus labios otra vez.
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Me enamoré de un Omega inestable
RomanceY cuando lo miro, sonriéndome de esa forma tan atractiva, como si me estuviera extendiendo una invitación, lo siento por primera vez, esas mariposas en el estómago y ese sentimiento indescriptible que una persona debe tener cuando encuentra a su des...